tag:blogger.com,1999:blog-1270182134098922342024-03-05T00:55:09.223-08:00El estigma de UrdNarrativa contemporáneaMaría José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-14429824173103618532018-03-05T07:18:00.002-08:002023-10-06T15:09:48.562-07:00El estigma de Urd (cap. XV)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
A raíz de la discusión que sostuvieran, Marion acertó a comprender que a Frida le había tocado en suerte seguir los imperativos de su naturaleza romántica. Y sus labios no volvieron a formular argumento alguno encaminado a hacerla desistir de lo que a su entender podría considerarse una relación amenazadora.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los días fueron sucediéndose sin alteraciones. Los tres jóvenes volvieron a compartir momentos de ocio, siendo Frida la organizadora de la reuniones, pues deseaba ver armonizarse a los dos seres que habían acaparado sus sentimientos: amor y amistad, siempre en ese orden. Si bien Marion continuaba albergando ciertas reservas respecto al pretencioso dandy –así solía calificarlo en su fuero interno–, se guardaba mucho de manifestarlo abiertamente. Frida se sentía dichosa de saberse amada por Alejandro, y Marion participaba, en cierto modo, de la dicha de la joven.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los encuentros tenían lugar con frecuencia. Con su estricto sentido de la puntualidad, Ribás las aguardaba apostado ante el portal, siempre a bordo del automóvil –nunca había sido invitado a subir al piso que ambas compartían–, luciendo en sus labios un gesto crispado, el cual se trocaba en afectada sonrisa cuando las jóvenes hacían acto de presencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque los tres se comportaban como seres civilizados, sería sólo cuestión de tiempo que la chispa saltase, dando lugar a la deflagración.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Era el atardecer de un hermoso día de finales de verano. El trío se hallaba sentado en la terraza de una cafetería. Incapaz de resistirse a su adicción a la nicotina, Marion encendió un cigarrillo. La espiral de humo alcanzó la nariz de Ribás, y sin mediar palabra alguna éste se abalanzó sobre la muchacha y arrancándole el pitillo de la boca lo estampó contra el suelo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡Asqueroso vicio...! –exclamó airado, al tiempo que estornudaba aparatosamente.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En un principio, Marion lo miró boquiabierta, sin acertar a emitir réplica alguna. Pero la reacción no se hizo esperar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡Cómo se puede ser tan maleducado! ¿Consideras acaso que todo el mundo ha de plegarse a tus caprichos? ¿De qué vas por la vida, grandísimo pedante...?</div>
<div style="text-align: justify;">
—Por favor, Marion, te ruego moderes tu lenguaje –intervino Frida.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Pero... ¿Tú has visto lo que me ha hecho?</div>
<div style="text-align: justify;">
—He visto lo que le has hecho tú, y está claro que ha sido una provocación manifiesta –afirmó Frida, posicionándose a favor de Ribás.</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡Por todos los santos, Frida! ¿Eres consciente de que estamos al aire libre? ¿O es que tan absorta estabas mirando al "aristócrata" que ni habías reparado en ello...? Es imposible que pudiera molestarle el humo de un cigarrillo que apenas si he llegado a enceder. ¿Tanto te ha lavado el cerebro que ya no puedes distinguir entre lo que está bien y lo que está mal? ¿Qué pócima te ha dado este hombre a beber, querida?</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡Ya está bien, Marion!</div>
<div style="text-align: justify;">
—No la regañes, Frida –amonestó Ribás con voz pausada.</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡Sé defenderme solita, Ribás! ¿Por qué razón intercedes por mí, cuando es evidente que la ojeriza es mutua? ¿He acertado, "caballero"? ¿Estimas que he dado en la diana?</div>
<div style="text-align: justify;">
—Te equivocas de medio a medio, Marion. Yo te aprecio.</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡Qué cinismo! ¡Ni te imaginas cuánto me conmueve tu magnanimidad!</div>
<div style="text-align: justify;">
—Pobrecilla. Te perdono cuanto digas, pues es evidente que actúas movida por los celos. ¿Verdad que no estoy equivocado? ¿No sería una buena ocasión para dar a conocer tu secreto, Marion?<br />
— ¿Qué está ocurriendo aquí...? –preguntó desconcertada Frida.<br />
—Es fácil de explicar. Verás, pequeña, resulta que esta señorita jamás verá con agrado nuestra relación. Está enamorada de ti. ¿Te atreverías a negarlo, Marion?</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡No puede ser cierto! –negó Frida.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Lo es –afirmó Ribás, sin alterar ni un solo músculo de la cara–. Marion es lesbiana, cariño. ¿De veras nunca te has percatado de su desviación sexual?</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡No! ¡Dime que no es verdad, Marion, por favor! –suplicó con voz desgarrada, escrutando con avidez el lívido rostro de su amiga.<br />
— ¿Qué quieres que te diga, Frida? ¿Acaso que es una vil calumnia? ¿Serviría de algo? ¿Estarías dispuesta a concederme más credibilidad que a este petimetre? Lo dudo. En fin, me temo que mi presencia está de más aquí. Será mejor que me vaya.</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¡No te vayas! Despéjame antes la duda, por favor –suplicó Frida, dando rienda suelta a unas silenciosas lágrimas. Marion retuvo unos segundos las manos de la joven entre sus manos, y sin articular palabra abandonó la cafetería.<br />
Frida estalló en desgarradores sollozos. Su inconsolable llanto comenzó a captar la atención de los ocupantes de las mesas contiguas, y Ribás, aborreciendo ser el centro de atención de miradas curiosas, la condujo hasta el aparcamiento. Una vez instalados en el automóvil puso rumbo a la colina. Allí, en el mismo escenario en que semanas atrás diera comienzo su romance, arropada por los viriles brazos Frida lloró durante horas. Los labios masculinos formularon sin cesar palabras de consuelo. Y avanzada ya la noche una Frida transformada, inyectada de nuevos bríos, entraba en el piso que hasta entonces compartiera con Marion.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Hola, querida, ¿qué tal te encuentras? Sabes, estaba preocupada por ti –dijo Marion.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Me encontraría mejor si accedieras a desnudar tus sentimientos. ¿Es cierto lo que ha dicho Alejandro? ¿Me amas, Marion?</div>
<div style="text-align: justify;">
—Sí, te amo. Pero no es el apetito carnal quien me mueve a amarte, sino un sentimiento mucho más elevado. Supongo que he visto en ti algo que he buscado sin tregua en los hombres, y que jamás he conseguido hallar: sensibilidad. Me haces sentir buena y pura, Frida. Tu presencia en mi vida ha sido una bendición para mí.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Yo... No tenía ni idea... No podré seguir viviendo bajo el mismo techo que tú, Marion. Se me haría violento, bochornoso. Lo comprendes, ¿verdad?</div>
<div style="text-align: justify;">
—Lo comprendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Dadas las circunstancias, no sería lo más indicado compartir piso contigo. Me sabe mal dejarte, pero me veo forzada a ello –insistió Frida, retorciéndose nerviosa las manos–. Lo lamento, Marion.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Yo también. Pero no quiero que te preocupes por mí, sino por ti. ¿Dónde vivirás a partir de ahora?</div>
<div style="text-align: justify;">
—En el piso de Alejandro.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Ya... Alejandro... ¿Le has dicho que te dedicas a la prostitución?</div>
<div style="text-align: justify;">
—Sí. Me ha costado tiempo y esfuerzo decírselo, pero al final se lo he dicho. Una relación estable no debe basarse en el engaño. Sería un mal comienzo, ¿no crees?</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¿Cómo ha reaccionado cuando se lo dijiste?</div>
<div style="text-align: justify;">
—Bien. No pareció importarle en exceso.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Me alegro por ti.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Marion fingió abstraerse en la lectura de una revista de decoración. Frida, comprendiendo que ya no tenían más que decirse, se dispuso a preparar las maletas y empacar cuantas pertenencias había ido acumulando a lo largo de los meses.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Me llevo sólo lo necesario, Marion –dijo, personándose de nuevo en la sala de estar–. Mañana me ocuparé de que pasen a recoger lo demás. ¿Te importa...?</div>
<div style="text-align: justify;">
—En absoluto. ¿Por qué habría de importarme...? –fingía indiferencia, pero la humedad de sus pupilas delataba su auténtico estado de ánimo.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Hasta pronto, Marion –y resistiéndose a que el abismo de la incomunicación mediara entre ambas–: Recuerda que siempre te consideraré mi entrañable mentora. Te quiero, amiga del alma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Frida se fue cabizbaja, entristecida. Y habrían de pasar horas antes de que en sus oídos dejara de resonar la voz de Marion: "Yo también te quiero. Nos vemos en breve, ¿vale? Pero entretanto hazme un favor: no olvides cuidarte mucho."<br />
<br />
Marion y Frida, como simples mortales que eran, se verían obligadas a acatar las leyes establecidas por no se sabe cuál caprichosa voluntad. ¿Qué objetivo perseguía la madre Natura cuando tuvo a bien diseñar al ser humano? ¿Obedecemos en verdad a un sofisticado plan que nos impulsa hacia un destino concreto? ¿Tan fatídico es el desenlace y es por lo mismo que se nos ha vetado vislumbrar qué nos aguarda? Tal vez lo único que sí podría aventurarse es que desde el nacimiento hasta la muerte el individuo parece estar condicionado a seguir unas pautas repetitivas, tan indefectibles como ineludibles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
© María José Rubiera Álvarez</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-10846456031634531832017-07-25T10:04:00.000-07:002018-02-16T09:51:55.679-08:00El estigma de Urd (cap. XIV )<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De vuelta ya en el domicilio, una
vez se hubieron desembarazado de la presencia masculina Marion encendió un
cigarrillo y sin más preámbulos exclamó:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¡No
me gusta, Frida! <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¿Qué
no te gusta, Marion...?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¡No
me gusta ese fulano!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¿Por
qué...? ¿Porque detesta el olor a tabaco...? ¿Tendría que fumarse los
cigarrillos de tres en tres para ganarse tu simpatía? –preguntó retadora.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Se
esconde algo siniestro tras sus repulidas maneras –y estremeciéndose de pies a
cabeza–. Es un maníaco.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¡Alabado
sea Dios! ¿Acaso has de considerarlo un psicópata por el simple hecho de no
fumar? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Estás
ciega, ¿sabes? Te han puesto una venda en los ojos que te impide ver la
realidad. ¿De verdad no has observado la meticulosidad con que comprobaba la
disposición de los cubiertos? ¿La escrupulosa inspección a la que sometió las
copas antes de verter el vino en ellas? ¿La regularidad obsesiva con que
consultaba el reloj...? En términos
psiquiátricos: Compulsiones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Nunca
habría esperado esto de ti –dijo Frida, mirándola con rencor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Aguarda
un momento... Aún me queda algo que añadir.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¡Déjalo
ya...! ¡No pienso seguir escuchándote!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>Sí
que me escucharás, niña. El desmedido alarde que hizo de sus conocimientos...
La suficiencia empleada al dirigirse a nosotras... Las miradas despectivas al
maître... ¡Megalomanía en estado puro! Habría que ponerle título a la obra: “El
rey y sus vasallos”. De no resultar tan patético, sería para desternillarse. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¡Ya
te vale, Marion! ¡Basta de seguir lanzando dardos envenenados!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Enójate
conmigo si quieres. Me trae sin cuidado si a cambio consigo hacer saltar la
alarma en tu cabeza. Ese individuo es un auténtico desconocido para ti. ¿Qué
sabes acerca de él…? Harías bien en no dejarte obnubilar por la pasión.
Deberías dejarte asesorar por el sentido común y, cómo no, dejar que hable la
objetividad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Y
dale con la objetividad. Me pregunto si nunca te das por vencida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->No.
No mientras peligre tu estabilidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¿A
qué estabilidad te refieres, Marion...? ¿A la económica, o a la emocional?
–preguntó iracunda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->No
estaría de más incluir ambas en el mismo lote.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— A nivel emocional jamás me he
sentido mejor que ahora. Respecto a la estabilidad económica, me conformo con
tener lo justo para vivir. ¿De qué sirve nadar en la abundancia si no se es
feliz y la vida se convierte en una constante agonía?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>O
sea, “contigo pan y cebolla”. Me temo que has leído demasiados cuentos de
hadas, querida. Insisto: ¿Qué sabes acerca de ese individuo...? ¿Quién es…? ¿Dónde
reside…? ¿A qué se dedica…?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Ni
lo sé ni me importa ni me preocupa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Pues
debería preocuparte, monina.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>Para
nada. Ahórrate los consejos, Marion. Por más que te empecines en achacarle
defectos, no conseguirás alejarme de él. Es el hombre con el que he soñado toda
la vida. Lo amaré siempre. ¿Te enteras…? ¡Siempre!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Yo
que tú no me mostraría tan categórica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Ya.
Pero se da la circunstancia de que tú no eres yo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Elemental,
<i>querido Watson</i> –ironizó–. No
obstante, puesto que nobleza obliga, he de decirte que ese fulano es el típico
demoledor de almas. Distingo el paño, amiga. Lo distingo porque un espécimen
similar estuvo a punto de destruirme –y perdida la mirada en un punto
imaginario–. Hay noches en las que aún sueño con él. Se halla acostado a mi
lado… Me somete a todo tipo de vejaciones… ¡Oh, Dios!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Entiendo
que tan amarga experiencia te dejara una huella indeleble en el corazón,
querida amiga. Pero eso no te da derecho a poner en tela de juicio la
integridad de todos los hombres que pueblan el planeta, ¿no crees?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Está
bien... Tú ganas –y desplomándose en el sofá–: Puesto que el amor ha anulado tu
raciocinio, me doy por vencida. Pero recuerda: Siempre podrás contar con mi
apoyo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>Lo
cual te agradezco más de lo que
imaginas. ¡Oh, Marion, prométeme que dejarás de preocuparte por mi
relación con Alejandro! Mala suerte si me equivoco. ¿Sí? –y reprimiendo un
bostezo– Sabes, estoy agotada. Me voy a acostar. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->¿Te
importaría apagar las luces antes de acostarte?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->En
absoluto. ¿Vas a dormir en el salón?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->No
lo sé... Igual sí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>En
ese caso, que duermas bien. Buenas noches –dijo, cerrando con suavidad la puerta del
dormitorio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><!--[endif]-->Buenas
noches. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ambas sabían que hablaban por
hablar: El fantasma del pasado les impediría conciliar el sueño.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
© María José Rubiera Álvarez</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 21.75pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-68860766575151749552017-06-08T11:27:00.000-07:002018-02-16T09:59:40.713-08:00El estigma de Urd (cap. XIII)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Fiel a su promesa, a las nueve y
media en punto –ni un minuto más ni uno menos– Alejandro Ribás se encontraba
apostado ante la residencia de Marion y Frida, esperando con gesto hosco e impaciente
verlas aparecer de un momento a otro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cuando las jóvenes hicieron acto
de presencia, él se apresuró a apearse del automóvil, sin que nada en su rostro
evidenciara el malhumor que sin motivo aparente acusara momentos antes. Mostrando
por el contrario una amplia sonrisa se les aproximó y acariciando con la mirada
a Frida, sin más preámbulos se dirigió a Marion. “Tú debes de ser Marion. ¿Sí?
Un placer conocerte. Frida me ha hablado mucho de ti”, dijo con voz timbrada,
estrechando con delicadeza la mano femenina. “Lo mismo digo, Alejandro”,
respondió escueta Marion. Galante alabó los atuendos que las jóvenes lucían
para la ocasión, estimándose afortunado por tener el privilegio de estar en tan
hermosa compañía. Concluidos los formulismos de rigor los tres guardaron silencio.
“¿Nos ponemos en marcha, Alejandro?”, propuso Frida, rompiendo el mutismo que
amenazaba con enseñorearse de la velada. </span></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Sin emitir palabra alguna llegaron al
restaurante. En el interior del mismo todo parecía haberse quedado congelado en
el tiempo: Todo, o al menos así le pareció a Frida. Se dejaron guiar por el maître,
y una vez sentados a la mesa Ribás procedió a elegir los vinos, transmitiendo
con impecable acento francés su elección al camarero.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
En el transcurso de la cena se
fue disipando la tensión que se estableciera entre ellos, y la conversación
fluyó sin impedimentos. Conversador avezado Ribás hizo gala de dominar los
diversos temas que salieron a colación, denotando con ello una esmerada
cultura. Frida lo miraba arrobada: el exultante fulgor de sus ojos era un claro
exponente de la veneración que por él sentía. Marion también estaba pendiente de
los gestos del rebuscado dandi, pero no por la misma razón que guiaba a Frida.
En absoluto se sentía impresionada por aquel presuntuoso individuo, sino todo
lo contrario. De su persona se desprendían emanaciones repelentes, detectadas
por ella en el instante mismo en que estableciera contacto con su sudorosa mano:
era signo inequívoco de una mente retorcida. La epidermis, muda a la par que
expresiva había puesto en evidencia el universo secreto del hombre. Vano le
sería parapetarse tras aquellos modales cultivados y su porte de excelso señor.
No, jamás lograría embaucarla.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cuanto más lo observaba, más repulsivo le
parecía. Sintió cómo la incomodidad que le causaba iba en aumento, pugnando por
expresarse a través de hirientes palabras. Pero estimando que zaherirlo a él
era tanto como zaherir a Frida, encajó las mandíbulas y siguió aparentando una
afabilidad que estaba muy lejos de ser auténtica. Pensó en argüir una excusa
convincente que le permitiera irse a fumar un cigarrillo, una jaqueca por
ejemplo, y al instante desechó la idea. “Sabes, querida, Alejandro detesta el
olor a tabaco... Si quisieras hacerme el favor de evitar fumar en su presencia...<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Sí...? Mil gracias”, le había rogado Frida
antes de salir de casa. “¡Menudo mamarracho estás hecho!”, masculló, mirándolo
de reojo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La sobremesa se prolongó más allá
de lo imaginable. Y la irritabilidad <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de
Marion alcanzó cotas insospechadas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigtdcOmH6aaoNlbZgba_1V1NWsPhBncI1LAP8cvdrSkiI4QuMVBKrRnbCtgmmkXMX-Q_3uRFsPitXWG1INsEpaE_flVZtdoMYg5yZ86NhqO8Iz_CvAUm0JrFXpD0Fe7w0CZcTzYAPhVwRr/s1600/El+estigma+de+Urd+%2528novela+de+Mar%25C3%25ADa+Jos%25C3%25A9+Rubiera+%25C2%25A9%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-55961399754243217472017-05-12T08:34:00.000-07:002018-02-16T09:59:18.490-08:00El estigma de Urd (cap. XII)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Alejandro Ribás se convirtió en
asiduo acompañante de Frida.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Observaba para con ella un
comportamiento respetuoso y comedido. Jamás de sus labios salieron insinuaciones
deshonestas, ni sus gestos fueron nunca los propios de aquel que busca saciar
placeres de inmediato. Pero aunque nunca expresado Frida intuía el deseo
masculino, columbraba el maremágnum de pasiones que se agitaba en lo más
profundo de su ser: sus ojos delataban lo que a las palabras había prohibido
manifestar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
El trato exquisito que le
dispensaba su pretendiente –sumado a su arrogante figura– tomó dimensiones
desproporcionadas ante los ojos de la romántica joven, que se supo pronta a
quedarse atrapada en la subyugadora tiranía del amor: <em>"Trompetas y clarines. Banderas flameantes. Pasión. Sonrisas y lágrimas.
Enredos y secretos. Encuentros y desencuentros. Placer y tormento: Eros,
diabólica criatura.</em>”<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
Frida vivía con fruición cada uno
de los instantes pasados en compañía del hombre que el azar se había empecinado
en cruzar en su camino. Estaba pletórica de felicidad. Aunque existía un hecho,
una sombra gigantesca e intimidante que cerniéndose sobre su cabeza amenazaba
con malograr su dicha: le había faltado coraje suficiente para confesarle a
Ribás su escabroso modo de ganarse la vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
Los días y las noches pasaron en
un soplo. Marion regresó de su viaje, irrumpiendo en la casa hecha un
torbellino, abrazando a Frida, parloteando sin cesar. Contenta de hallarse en
terreno familiar, llorando y riendo a un tiempo procedió a desenvolver la
infinidad de paquetes que previamente había ido desperdigando sobre la alfombra
de la sala de estar. Vestidos, pulseras, collares, lencería, sombreros, amén de
exóticos objetos decorativos desfilaron ante la atónita mirada de Frida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¡Mira qué negligé más divina te
he comprado! ¿Verdad que es preciosa? –y abrazando a su amiga, por enésima vez
exclamó–: ¡Qué guapísima estás! No me canso de repetírtelo. Sin duda te han
venido de perlas estas mini vacaciones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
— ¡Gracias! Tú también estás
guapísima. Es evidente que te ha sentado bien el viaje.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
— Si supieras lo mucho que
deseaba regresar... Ese vejestorio me tenía harta. Es de un empalagoso que no
veas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
— ¡Cuán desagradecida eres, muchacha!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por lo que he podido observar, no te ha sido
negado capricho alguno.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
—También es cierto. Te confieso
que me he sentido reina por espacio de quince días.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Quizá lo apreciaras más en lo que vale si no estuviera tan pendiente de tus deseos. Si no fuese tan bueno, Marion...<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Si no fuese tan millonario, Frida... En fin, dejemos estar al vetusto señor –y emitiendo una sonora carcajada–. Necesitará semanas para reponerse de las intensas emociones que le he procurado. Hablemos de ti. ¿A qué te has dedicado durante mi ausencia?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Frida se mordió los labios, y arrebolada como una amapola respondió evasiva:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—He estado por ahí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¿Hay algo que debería saber? –inquirió, escrutando el rostro de su amiga –ésta permaneció en silencio, pero el rubor que invadía sus mejillas fue una clara respuesta para la perspicaz Marion–. ¡Vaya! ¡No me digas que por fin has encontrado a tu soñado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">romeo</i>! –Frida asintió con timidez–. ¿Sí...? Esto se pone interesante. ¿Quién es el afortunado? ¿Se trata de algún cliente? –la joven negó con la cabeza– ¿No? ¿Entonces no tengo la fortuna de conocer al <em>galán</em>? –y burlona– ¡Qué rabia me da!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—No te burles de mí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Nada más lejos de mi intención, querida. ¡Pero líbrame de esta intriga, por favor te lo pido!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Lo cierto es que en cierta ocasión coincidimos en el compartimento de un tren. Y una vez más hemos vuelto a coincidir.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¿De modo que es el mismo hombre que te hizo huir despavorida?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Es curioso: No recuerdo haberte comentado aquel incidente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Pues lo has hecho. Está visto que no se te puede dejar sola, chiquita. Me pregunto cuándo tenías pensado decírmelo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Estimé inoportuno comenzar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a agobiarte con mis aventurillas amorosas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—No argumentes excusas, ¿quieres? Barrunto que por alguna razón, que sólo tú sabes, hubieras preferido mantener en secreto esa relación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¿Se puede ocultar la felicidad, Marion?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—No lo sé... Supongo que no.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Alégrate por mí, querida amiga. Te aseguro que nunca me había sentido tan feliz como ahora.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¡Con razón yo apreciaba algo diferente en ti! Estás enamorada hasta la médula. No comprendo qué ha podido pasarte para que en tan poco tiempo hayas llegado a colarte por un hombre al que apenas conoces. El fulano debe de ser un portento, de lo contrario no me lo explico. ¿Lo es...?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Podrás juzgar por ti misma cuando te lo presente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">— ¿Tan seductor es? Por fuerza ha de serlo para llegar a atontarte de esa manera. ¡Quince días...! ¡Sólo ha necesitado quince días para atraparte en sus redes!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Frida comenzó a describir al dueño de su amor, sin reparar en el ceño fruncido de su amiga.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Me resisto a creer lo que me cuentas, querida. Demasiado ideal para ser cierto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Te aseguro que no exagero, incluso es posible que me haya quedado corta en alabanzas. De verdad es tal como te lo he descrito, Marion.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Tu “verdad” no es sino una distorsión de la realidad, lo cual me lleva a considerar que en absoluto eres objetiva.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Tienes habilidad para confundir, amiga.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—De veras no pretendo ser aguafiestas. Pero insisto: es sospechosamente ideal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Ocurre que eres demasiado desconfiada, Marion. El hecho de que hayas sufrido una mala experiencia no significa que todos los hombres se ajusten al mismo patrón de conducta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¡Cómo te atreves...! ¿En qué te basas para dar por hecho que he tenido una mala experiencia? ¿Acaso te he contado alguna vez mi vida?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Tu androfobia habla por sí misma. Has de reconocer que en lo concerniente al sexo masculino eres demoledora. Sabes, estaría loca si me dejara guiar por la opinión que tienes acerca de los hombres.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Te digo que es perjudicial para la salud idealizar a hombre alguno. A todos les mueve un único propósito: follarnos. Lo peor de todo es que no se limitan a follarnos el cuerpo sino también la psique.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Te estás poniendo grosera, Marion, y no comprendo por qué.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Estás en lo cierto. No debería sentirme afectada por algo que no es de mi incumbencia. Ojalá esa persona te haga tan feliz como esperas. Pero yo que tú nunca bajaría la guardia, por si acaso. La vida nos da sorpresas, chiquita, y no siempre son agradables.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">— ¿Por qué será que todo el mundo está empeñado en organizarme la vida?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">— ¿Será debido a lo desvalida que se te ve...? Cambiando de conversación, ¿ cuándo tendré el honor de conocer a tu “príncipe azul”?<br />—No hasta que hayas enterrado el hacha de guerra. ¡No vaya a ser que me lo asustes y ponga pies en polvorosa!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Prometo mostrarme modosita.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Ya. Si no te conociera... –dijo, y sus palabras sonaron huecas–. He de pedirte consejo, Marion.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Claro. Tú dirás.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">—Alejandro no sabe cómo me gano la vida. ¿Crees que debería decírselo?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
—Me pones en un brete,
querida. ¿Cómo es él? Me refiero a sus ideas, claro está. Si es machista y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>harto posesivo mejor te abstienes de contarle
nada, al menos por ahora.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—No sabría decirte. Es muy
reservado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—O sea, es un zorro de cuidado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—No empecemos otra vez, por
favor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
— ¿Sabe de mi existencia?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Le he dicho que compartía piso
con una amiga. Creo que debería presentártelo cuanto antes –dijo resuelta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Vale, de acuerdo. Pondré en
jaque mis dotes de psicóloga.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Al menos, a diferencia de mí,
serás <em>objetiva</em>. ¡Marion, la guerrera irreductible, nunca se dejará cegar por
las apariencias! –ironizó, esquivando el manotazo que Marion iba a propinarle.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">El teléfono sonó con insistencia.
Frida se apresuró a contestar: presentía que era su amor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Alejandro nos invita a cenar con
él.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
— ¿Cuándo?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Esta noche –y tapando el
auricular–. ¿Qué le digo, Marion? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Dile lo que te venga en gana.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Si estás cansada o no te apetece,
quedamos para otro día.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Cuanto antes nos veamos las
caras, mejor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Vale. Entonces le digo que pase
a recogernos a las nueve y media.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
—Tú misma.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><o:p> </o:p>Frida la amonestó con la mirada, y Marion se
dijo que aquella noche prometía ser de lo más tediosa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJQmbR6eIDGRtyqnGagScevwikI2QZpewChvJDVeq6TUpeH2RTNVdZ6W-FIZi2_hKd6ASs51QTOmGErPM1hRor5utN0fpRmyaUFQ3Q_XxenmLi5E6CZA2SzZritQXgteYdYrFKruvT_zI-/s1600/El+estigma+de+Urd+%2528novela+de+Mar%25C3%25ADa+Jos%25C3%25A9+Rubiera+%25C2%25A9%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">
</span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">
</span>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span><br /></div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-68544822866657473502017-05-02T10:21:00.000-07:002018-02-16T09:58:37.679-08:00El estigma de Urd (cap. XI)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Frida frunció el entrecejo:
ninguno de los vestidos almacenados en su ropero resultaba adecuado para la
ocasión.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Había reservado mesa en uno de
los restaurantes más lujosos de la ciudad, y deseosa de lucir lo más chic posible
optó por asaltar el vestidor de Marion. Entre las numerosas prendas de vestir
que su amiga atesoraba se decantó por un conjunto en seda tornasol verde agua
y dorada, que resaltaba hasta lo indecible su femineidad. Se miró en el espejo:
estaba preciosa. El traje se ajustaba como un guante a su estilizada figura. La
tonalidad de la seda armonizaba con su tez bronceada por el sol.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A las diez de la noche, hizo
aparición en el restaurante. Todas las miradas masculinas, incluso las de
aquellos que cenaban en compañía de hermosas mujeres, recayeron sobre ella.
Erguida, un tanto envarada por la expectación que había desencadenado su
presencia, con paso firme se dejó conducir por el maître hasta la mesa que le
había sido asignada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El comedor había sido sabiamente
decorado para deleitar a la selecta clientela. Invadiendo la superficie
inmaculada de las mantelerías, compitiendo entre sí por obtener el premio a la
exquisitez, loza de excelente manufactura inglesa, cubertería de plata,
cristalería de Bohemia, pequeños búcaros de alabastrada textura que portaban
rosas cuyo lujurioso carmesí destacaba sobre la albura del lino. La titilante
luz de las velas, disputándole la iluminación a las luces indirectas, confería
destellos plateados a las palmatorias. Un violinista, ataviado de frac, tensaba
el arco sobre las cuerdas. El gemido de los primeros acordes no se hizo esperar
y casi al instante el artista, logrando que el instrumento cobrara vida,
interpretó una bellísima melodía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un lujo que en absoluto
contribuía a que Frida disfrutase de la velada: la música y los susurros
provenientes de las mesas contiguas le hacían acusar aún más si cabe la
soledad. Cenó sin apetito alguno. Mientras apuraba poco a poco el café que le
habían servido, reparó en la servil solicitud que el maître dispensaba a los
comensales habituales. “Deferencia encaminada a recibir una espléndida
propina”, se dijo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La voz de una camarera la sacó de
su abstracción:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Disculpe, señora. Un caballero
me ha rogado le entregue esta nota.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Gracias. Muy amable –agradeció
sorprendida. Desdoblando el papel, procedió a la lectura de la nota.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p> </o:p>“Estimada señorita, me sentiría
sumamente halagado si aceptara departir conmigo en tanto nos tomamos unas
copas. Considero me lo debe un poquito, puesto que me he pasado la velada
pendiente de sus encantos. Me hallo sentado al fondo del comedor, a la derecha
de usted. ¿Querría honrarme con su maravillosa presencia...?”</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Frida paseó la mirada por el
comedor. El enigmático remitente ocupaba una de las escasas mesas individuales.
Pero la tenue luz que reinaba en el
recinto le impedía apreciar con nitidez el aspecto del desconocido.
Pendiente de la mirada de ella, agitando la mano la saludó con una ceremoniosa
inclinación de cabeza. Frida desvió la mirada, dudando entre aceptar la
invitación o marcharse. En modo alguno le seducía pasarse otra noche en
compañía de la soledad, pero aun así eligió irse del restaurante. A punto de
traspasar el umbral de la puerta, cambió de idea y virando en redondo se
dirigió resuelta hacia donde se encontraba el casanova, que habiéndose
percatado de la maniobra la aguardaba puesto en pie.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Un placer coincidir de nuevo con
usted, señorita –tomando las manos femeninas entre las suyas, las besó con suma
delicadeza. Frida no daba crédito a lo que sus ojos veían. Esbozando una divertida sonrisa, él añadió–:
Está usted en lo cierto. Soy aquel maleducado pasajero que teniendo un mal día
se comportó harto injusto con usted. Gracias por aceptar mi invitación. Puesto
que en su día no me concedió la oportunidad de decirle mi nombre, cabe
presentarme como es debido –y alargando la diestra–: Soy Alejandro Ribás Lenor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Yo soy Frida –dijo con un hilo
de voz.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Un nombre en consonancia con su
belleza.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Gracias. Muy adulador –respondió
turbada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—No lo entienda como lisonja,
Frida –el nombre pronunciado por los labios masculinos adquiría connotaciones
melodiosas–. Tome asiento, por favor. ¿Qué desea tomar?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Nada. Gracias. Preferiría nos
fuésemos de aquí, si no le importa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Faltaría más. ¿Adónde le apetece
ir?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Lo cierto es que no lo sé.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— ¿Asumo la decisión?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Sí, por favor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Bien. Entonces iremos a un lugar
donde las estrellas lucen por techo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se encaminaron al <i>parking</i>. Frida,
rechazando ocupar el asiento del copiloto, se instaló en la parte trasera del
coche. Les sería preciso recorrer diversas calles atestadas de juerguistas,
amén de varias avenidas obstaculizadas por el incesante discurrir de los
vehículos hasta abordar un desvío que los llevaría a una colina desde donde
podrían contemplar la magnitud del firmamento.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A través del retrovisor, amparada
por la penumbra, Frida podía observar sin disimulo la penetrante mirada
masculina: ora atenta al denso tráfico, ora enfocada hacia el rostro de la
preciosa muchacha. El hombre hablaba sin cesar, haciendo alarde de esmerada dialéctica.
De cuando en cuando, ella se permitía expresar algún que otro parecer. Si bien
su voz no mostraba signos de inquietud, las sienes le palpitaban como si
estuvieran a punto de estallar. Se regañaba a sí misma, calificándose de loca
temeraria por subir al coche de un desconocido, máxime a aquella hora de la
noche. Le costaba permanecer quieta en el asiento. Por suerte la oscuridad era
su mejor aliada. Presa de mil emociones hubiera dado algo bueno con tal de
poder encender un cigarrillo y aspirar el humo, que actuando a modo de sedante
calmaría su desasosiego. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por fin arribaron a la cima del
promontorio. Transcurrida media hora, los temores de Frida se fueron disipando
al observar el comportamiento correcto y educado de su acompañante. Conversaron
acerca del lugar en que se encontraban, de la hermosa bahía que desde allí se
divisaba en todo su esplendor: la luna llena destellaba sobre las aguas en
calma, dotando de destellos ambarinos a las mismas. Como obedeciendo a un
tácito acuerdo ambos se abstuvieron de formular preguntas que pudiesen romper
el hechizo que los embargaba. En un
momento dado, Frida se sorprendió deseando que la noche se prolongara
indefinidamente. Pasadas unas horas emprendieron el regreso. De nuevo en la
ciudad acordaron irse a tomar unas copas que pusieran el colofón a tan
agradable velada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aquella mágica noche, esculpida a
fuego en la memoria de Frida, marcaría el principio de una tempestuosa
relación. <o:p></o:p><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
© María José Rubiera Álvarez</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-31987512395397970832017-03-28T11:44:00.000-07:002018-02-16T09:58:09.260-08:00El estigma de Urd (cap. X)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Las hojas del calendario marcaron la pauta del paso
de los meses.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pleno de bochorno el
verano hizo una vez más su aparición. Hoteles y apartamentos se abarrotaron de familias
que buscaban disfrutar las vacaciones al máximo. Gente sosegada, que a
diferencia de los “hijos de la noche” no buscaba sino divertirse de forma
comedida. Gente que a lo largo del día solía frecuentar bien las playas, bien
los lugares más emblemáticos de la populosa urbe y llegada una hora prudencial,
agotados los más pequeños por el trajín diurno, solía retirarse a su temporal
alojamiento.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Meses antes Marion,
recelando de los crápulas que con tal de obtener el máximo goce no se detienen
ante nada, había convenido con Frida mudarse del extrarradio al centro de la
ciudad. Ahora habitaban un espacioso dúplex, y se anunciaban “señoritas de alto
<em>standing</em>”. La nueva dirección sólo había sido comunicada a lo más selecto de la
clientela: hombres pudientes, que amén de aportarles sustanciosos ingresos se
habían ganado el apelativo “dignos de confianza”. Y el temor que en su día le
quitara el sueño a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Marion pasó a ser una
anécdota que incluir en sus futuras Memorias. Frida –feliz en apariencia– se
reía cuando henchida de orgullo su socia y amiga hablaba de la encumbrada posición
que habían alcanzado. Pero su felicidad era fingida: en lo profundo de su alma
seguía albergando una inmensa tristeza. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">La temporada estival
había alcanzado su cenit cuando uno de los acaudalados clientes que solicitaban
sus servicios le rogó a Marion se prestase a ser su acompañante personal. El
caballero debía viajar a cierto país, en el cual se hallaba ubicada una de las
empresas de su propiedad. Soltero por convicción había evitado dejarse atrapar
por mujer alguna. Ahora, entrado en años, el amor, reencarnado en la figura de
la atractiva pelirroja, había llamado a su puerta. Si bien Marion detestaba
pasarse horas a bordo de un avión, alentada por Frida comenzó a preparar el
equipaje necesario para una ausencia de dos semanas. Una vez concluido el
negocio que se traía entre manos, el financiero había previsto emprender rumbo hacia
una paradisíaca isla del Pacífico. Nada apetecía más que agasajar a la mujer
por la que bebía los vientos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—En tanto que yo permanezca
ausente, no se te ocurra concertar cita alguna –reconvino Marion, minutos antes
de emprender el viaje.</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">— Te recuerdo que estamos
endeudadas hasta las cejas.</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Podemos permitírnoslo,
Frida. Así que, mantén tu mente libre de preocupaciones y disfruta de tus días
de descanso. Te vendrán de perlas –y dándole un sonoro beso en cada mejilla–:
Cuídate, preciosa. Chao, nos vemos en breve. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Marion se fue, y Frida
supo cuánto iba a echar en falta su presencia. Las horas siguientes lo
confirmaron: las paredes se le caían encima. Haciéndosele insoportable el
silencio se planteó acercarse hasta una conocida cafetería<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y entablar conversación con alguien, pero en
lugar de irse a la calle se acurrucó en el sofá. Sumida en una especie de
catarsis dio rienda suelta a su pensamiento. El pasado, cercano aún, desfiló
ante sus ojos, poniendo de relieve cada episodio vivido, cada detalle. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Meses atrás, en la antesala de un Juzgado, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>disuelto ya el vínculo conyugal, había tenido que
vérselas con su ex marido. Hostil, dirigiéndole miradas cargadas de desprecio se
le acercó y glacial el tono de voz: “No cuentes con mi perdón, Frida, ni viva
ni muerta. ¡No quiero volverte a ver en lo que me reste de vida! ¡Hasta nunca!”
Así las cosas, rotos también los lazos que la unían a su progenitora, el
término “familia” se le había reducido a un mero vocablo, sin connotación
afectiva alguna.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Tres días llevaba
ausente Marion. Tres días que a Frida le sonaban a eternidad. En especial al
llegar la noche: insondable oscuridad, que desde niña le había causado temor. Ni
siquiera las escasas horas en que dormitaba se hallaba libre de angustia. El
duermevela venía siempre acompañado de pesadillas que le hacían despertarse
sobresaltada. Los pensamientos suicidas, relegados en apariencia a lo más
abstruso de su mente, retornaban inicuos, implacables.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">De seguro habría salido
malparada de no haberse propuesto poner fin a tan insidioso estado anímico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-26941853853265260742017-02-03T15:40:00.000-08:002018-02-16T09:57:37.867-08:00El estigma de Urd (cap. IX)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Frida se sentía sucia: por fuera
y por dentro.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Habiendo sido educada en la estricta
observancia de unos valores morales, la certeza de estar contraviniendo los
principios inculcados hacía que se considerase escoria. Cada vez se le hacía
más denigrante desempeñar el oficio. Tanto y en tal grado la trastornaba
intimar con extraños que había días en que enloquecida, deseosa de poner fin al
sufrimiento que poco a poco iba minando su equilibrio emocional, presa de una
ideación suicida que en momento alguno la abandonaba se encaminaba al
acantilado. Una vez allí, posicionados los pies al borde del cantil, rogaba a
Dios le diera fuerzas para saltar al vacío y succionada por el impetuoso oleaje
dejarse arrastrar mar adentro. Pero si bien nada ambicionaba más que terminar
de una vez por todas con su azarosa vida, una y otra vez, falta de valor
suficiente, había desistido de su propósito.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
Nada había vuelto a saber de la
autora de sus días. En más de una ocasión, imbuida de nostalgia, se había planteado
hablar con ella y ponerla al corriente de la desesperación en que se encontraba
inmersa. Pero la necesidad de sincerarse había ido pareja al temor de quedarse
sin palabras con que sostener un diálogo sin tapujos. Porque, ¿qué podría
decirle...? ¿Acaso que su hija se había convertido en una fulana...? ¿O quizá
le resultase menos impactante si le dijera que vendía su cuerpo al mejor
postor...? <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Transcurrieron angustiosas semanas,
a lo largo de las cuales sufrió lo indecible, sin que en momento alguno dejara
entrever la batalla que libraba en su interior. Y por fin un glorioso día tuvo
lugar aquello que tanto había deseado: Su espíritu se disoció de la materia,
hasta alcanzar la total desconexión de la misma. Su alma se volvió insensible a
las vejaciones y ya nada le causó conmoción. Y por vez primera comenzó a
sentirse si no feliz sí en paz consigo misma. Marion, que en momento alguno
había sido ajena al sufrimiento de su amiga, respiró aliviada, no ya por el
hecho de temer que el negocio se fuera a pique sino porque Frida había llegado
a ocupar un lugar importante en su corazón. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
A raíz de entonces, liberadas
ambas de la tensión que sufrieran, los días comenzaron a transcurrirles con
placidez. Vivían holgadamente, y tan sólo empañaba aquel buen vivir una
insidiosa preocupación que tiempo atrás comenzara a corroer la mente de Marion:
la seguridad. Obstinada en pensar que se hallaban expuestas a peligros de toda
índole, se decía que en el momento más inesperado se llevarían un buen susto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
Aquella mañana, haciendo de la
costumbre ley, Frida se había escapado a la playa. Tumbada a la vera del mar,
escuchando el batir de las olas, dejándose acariciar por la brisa, sin otra
ocupación que no fuese dejar la mente en blanco, se sentía feliz: atrás habían
quedado las angustiosas semanas en que la depresión era su habitual compañera. Pensó
en Marion, en cómo se había negado en redondo a acompañarla. Rememoró el debate
que al respecto sostuvieran y una divertida sonrisa afloró a sus labios: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No insistas, Frida –replicaba
molesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—No entiendo por qué rehúsas tomar
el sol. Es beneficioso para la salud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Lo será para ti. Para mí es
perjudicial. No sólo se me irrita la piel sino que mis pecas se multiplican y
me pongo hecha un adefesio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Pues a mí me gustan tus pecas. Le
dan a tus mejillas un toque encantador. De hecho, no te imagino sin ellas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Pues si tanto te gustan, te las
regalo. Oye, guapa, ¿acaso me consideras tan masoquista como para exponerme a
los rayos ultravioleta? Sabes, paso olímpicamente de sentirme como una sardina
a la plancha –decía, y con rotundidad aseguraba que nunca pisaría ni siquiera
los aledaños de la playa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Llegada la hora del almuerzo, Frida
decidió bajar de las nubes y situar los pies sobre la tierra. Se enfundó el vestido
playero, se calzó las chanclas y emprendió el regreso al domicilio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No bien hubo franqueado el umbral
de la puerta de entrada, Marion le salió al encuentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">— ¡Hola! Estaba deseando que llegaras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Y eso, ¿por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡He hecho una compra sensacional!
¡Ven, te mostraré mi adquisición!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¿Qué tal si almorzamos primero?
–propuso Frida–. Estoy hambrienta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">— ¿Podrías aguantar un poco el
hambre? Tan sólo demoraremos el almuerzo unos minutos. Ven, por favor –rogó dirigiéndose
a la sala de estar, seguida por una intrigada Frida. Sacó un paquete del cajón
de una cómoda y desliando el envoltorio le mostró triunfal el objeto adquirido:
un "juguete" metálico, cuyo negro armazón desprendía brillos siniestros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Una pistola! ¡Qué horror!
–exclamó atónita Frida. Y retrocedió trastabillando, hasta tal punto que estuvo
en un tris de darse de bruces contra el suelo –. ¡¿Para qué quieres ese
trasto?!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¿A santo de qué viene tamaña
alteración? ¿No comprendes que debemos contar con un arma defensiva que nos
proteja? Te enseñaré cómo funciona –dijo manejando con soltura la pistola–. Es
de lo más sencillo: Insertamos el magazín, empujamos la corredera hacia atrás y
¡lista para disparar! –aseguró lanzando una carcajada. Y empuñando el arma por
la culata con mano firme apretó el gatillo. La pistola emitió un clic que hizo
retroceder aún más a la espantada Frida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">— ¡Aléjala de mi vista, por favor!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¿Acaso no ves que el cargador
está vacío? Convéncete –dijo tendiéndole la pistola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡No! –gritó Frida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Pues deberías familiarizarte con
ella. ¡Vamos, Frida, cógela sin miedo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡No me obligues a tocarla!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Yo alucino contigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Por favor te lo ruego!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Eres una maldita histérica –afirmó
Marion, devolviendo el arma al lugar de donde la había sacado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Frida comenzó a
respirar agitadamente, como si de repente sus pulmones se vieran privados de
oxígeno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Y tú una chiflada –respondió
desplomándose en el sofá, con la respiración entrecortada aún–. Me das miedo,
Marion. Eres de un agresivo rompedor. Y para más inri ni siquiera tienes
licencia de armas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—No. ¿Para qué la necesitas?
–preguntó con aires de suficiencia.<br />
— ¡Anda que…! ¡Nos puede caer una buena si nos descubre la policía! En el fondo
me iba a resultar divertido, ¿sabes? Sí, creo que me alegraría mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Si es por eso, no temas. Salvo
el que me la procuró y nosotras nadie sabrá de su existencia. ¡Ale, ayúdame!
Debemos buscar un sitio donde poderla ocultar, pero ha de ser un lugar donde
tengamos fácil acceso a ella. ¿Dónde sugieres que la guardemos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Y yo qué sé…! ¡Por mí puedes
tirarla por la ventana si te apetece! –respondió de mala manera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Vaya…! ¿Quién habló de
agresividad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Dirás que no hay motivo para
conducirse así…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Lo que digo es que no te lo
tomes tan a la tremenda. Anda, tranquilízate. Seguro que no nos veremos
forzadas a utilizarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Estás loca, ¿lo sabías? ¡Loca de
atar! No esperes hacerme cómplice de tus paranoias, porque no estoy dispuesta a
permitir que eso suceda –y dirigiéndole una mirada aviesa prorrumpió en silencioso
llanto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Ah..! ¡¿Sí…?! ¿Estoy loca…?
¿Encima de preocuparme por ti…? ¿Preferirías la protección de un chulo, <strong>que-ri-di-ta</strong>?
–espetó mordaz, silabeando con desdén la palabra “queridita”–. ¿Quieres que un
macarra cabrón, un hijo de puta sin escrúpulos dirija nuestras vidas? ¡Pues
adelante! ¿A qué esperamos…? –dijo desafiante, agitando las manos con frenesí–.
¡Salgamos y busquemos un proxeneta cuanto antes! ¡Caramba con la estúpida esta!
¿Sabes qué te digo…? ¡Bah..! ¡Vete a la mierda! –dijo encaminándose a la
habitación contigua. Y antes de dar un portazo tras de sí espetó iracunda–:
¡Eres una mojigata! ¡Estoy harta de tus melindres! – Se encerró en el
dormitorio y Frida permaneció en el salón, lamentando el incidente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Marion debía de estar muy
enfadada. Sus palabras malsonantes confirmaban su gran enojo. Jamás, desde que
se conocieran, había hecho alarde de un vocabulario tan soez ni su voz había
adquirido matices tan destemplados. Al cabo de varias horas sin que hubiera
dado señales de vida, Frida, pesarosa, se dispuso a intentar hacer las paces
con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">— ¿Puedo pasar, Marion? –preguntó,
golpeando con suavidad la puerta. Y hubo de repetir varias veces la pregunta
antes de que Marion le concediera acceder a sus dominios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¿Qué demonios quieres…? –y
mohína, apartando de un manotazo los rebeldes rizos que invadían su rostro–:
¿Se te ha perdido algo aquí…?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¿Me perdonas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Déjame en paz!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Discúlpame, ¿quieres? Reconozco
que tal vez me he excedido un poco –reconoció, apoyándose en el quicio de la
puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¿Un poco…? ¡Te has
pasado cinco pueblos, que no es lo mismo! Por cierto: ¿Qué haces ahí, tiesa
como un garrote? ¡Venga, pasa de una vez! –ordenó–. ¡Uf...! ¡Qué mal rollo! ¡A
saber qué habrás imaginado!<br />
—Nada. Sólo me asusté. ¿Tan difícil es de entender que me aterren las armas de fuego?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
—Pero ¿por qué? ¿Pensaste acaso
que iba a utilizar el arma contra ti?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡No! ¡Por favor…! Ni siquiera
un segundo se me pasó por la cabeza que estuvieras dispuesta a agredirme.
Disculpa si con mi actitud he dado pie a que se generase un malentendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
— ¡Eres rematadamente absurda!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Marion estaba disgustada y
dolida, y Frida tuvo que hacer gala de infinita paciencia para que las aguas
turbulentas del enojo tornaran a su cauce. Cuando la cordialidad volvió a
instalarse entre ambas, acordaron no hablar jamás del arma ni del uso que
pudiera dársele en el futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y la pistola fue relegada al
olvido en el dormitorio de Marion, en uno de los cajones de la mesilla de
noche.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8ChiQNBhSlmMqKwfYVWnsGfM7GSOTbso6meO3Ta2D6PELv_f3u85lFtG5JNYoJiNSJ0oFt9uBXChiRaL2rXI9QzdlmFMqAqbLmliYZBN4L7xAM1s24vDzjfUBFX4D0FHxKSgN4tpBtbXA/s1600/El+estigma+de+Urd+%25C2%25A0%25E2%2580%2593+%25C2%25A9+Mar%25C3%25ADa+Jos%25C3%25A9+Rubiera.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"></span></a><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">
</span></div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-91486669374627761602016-12-20T13:05:00.000-08:002018-02-16T09:57:11.736-08:00El estigma de Urd (continuación cap. VIII)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¡Nunca se te ocurra dar lo mejor de ti a un canalla! ¡¿Me oyes…?! ¡Nunca!
–gritó desesperada. Y al instante, espantada de sí misma–: ¡Perdóname, por
favor! ¡Perdóname! –rogó, y tomando asiento con mano temblorosa encendió un
cigarrillo–. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Créeme,
no era mi intención hacerte daño.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Descuida.
Tan sólo habré de llevar los hombros cubiertos durante unos días. Por lo demás,
salvo ese nimio detalle me parece que tengo todos los huesos en su sitio
–ironizó al tiempo que palpaba la zona agredida.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Te
duele mucho, ¿verdad? De veras lo siento, compañera. Permite que eche un
vistazo a tus hombros, por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Te
aseguro que no es para tanto. Pero si eso te hace sentir mejor, adelante
–animó, desabotonándose la camisa y dejándose examinar los hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Soy
una bestia –afirmó disgustada Marion.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No
digas eso, por favor. Ni eres una bestia ni hay motivo para disgustarse.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¡Vaya si lo hay! Espera... Si mal no recuerdo tengo una pomada que te vendrá de
perlas –dijo, precipitándose hacia el botiquín de primeros auxilios–. ¡Aquí
está! ¿Me permites...? –y al tiempo que aplicaba el ungüento sobre la zona
afectada–: ¿Sientes algún alivio?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Sí
–mintió Frida–. Déjalo ya, Marion. Le estás dando demasiada importancia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–y mascullando entre dientes–. Esperemos que
no sea peor el remedio que la enfermedad.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Por qué va a ser peor...?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Por
nada en particular –y jocosa–: ¿Hace cuántos siglos guardas ese potingue? A
juzgar por su aspecto, yo diría que unos cuantos. ¡Menuda piltrafa! Está claro
que estás dispuesta a desembarazarte de mí al precio que sea –aseguró riéndose,
y con chanza–: ¡Y pensar que estuve a punto de confesarte mi máxima aspiración!
¡Ahora no me atrevería por nada del mundo!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Sí...? ¡Me muero de curiosidad! –y coreando las risas de Frida–. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Vamos, a qué esperas para confesarte!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Seguro no me pegarás por ello...? No sé si atreverme a correr el riesgo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¡Suéltalo ya, por favor! ¡Soy toda oídos!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Está
bien, te lo diré: Mi máxima aspiración es amar y ser amada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿De veras me lo dices...? El amor es abnegación, sacrificio, renuncia, entregar
lo mejor de uno mismo sin esperar recompensa alguna... Y ahora dime: ¿Cuántas
personas están dispuestas a darlo todo a cambio de nada? ¿Eres tú acaso ese
mirlo blanco que está dispuesto a sacrificarlo todo por otra persona? No me
digas que sí porque no me lo creo. El amor desinteresado no existe.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No
seas cruel. Me es vital seguir albergando la esperanza de hallar el amor.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿De qué sirve engañarse a uno mismo...?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Aún no has comprendido que necesito creer en el desprendimiento humano?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
Desengáñate, amiga, el amor tal cual lo entiendes no existe –insistió machacona–.
Más bien es el deseo de aferrarse a algo sólido lo que nos invita a confundir
necesidad de no sentirse solo con amor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿En qué se convierte la vida sin amar pues...? ¿Podrías decírmelo tú?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—En
dignidad, querida..., en dignidad –respondió con voz solemne–. Entiendo que el
“amor” es sinónimo de esclavitud: la esclavitud del espíritu, puesto que anula
el pensamiento lógico. Aunque también he de reconocer que no estoy en posesión
de la verdad absoluta —y ante la aflicción de Frida–: ¡Se acabó la
conversación! No te tortures más, ¿vale? Nunca se sabe lo que nos deparará la
existencia.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Supongo
que a mí nada bueno –dijo Frida, enjugándose las lágrimas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No
estés tan segura de ello. Es posible que el día menos pensado encuentres el
amor que tanto deseas. Pero en tanto llega ese día... ¿Aceptarías una
sugerencia?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Por
supuesto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Debes
procurarte una independencia económica. Sólo así no estarás supeditada a un
hombre. Al menos no por el hecho de cubrir tus necesidades materiales.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Me
merezco el reproche –dijo, hundiendo la cabeza en el pecho.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No
lo entiendas como tal. Por desgracia, es un mal generalizado. Un mal que aqueja
a infinidad de mujeres.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Frida
guardó silencio y su mirada adquirió un matiz grave, preocupado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿En qué piensas? –inquirió Marion, escrutando el rostro de la joven.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—De
pronto me ha asaltado una angustia irracional.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Soy la causante de tu desasosiego?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Para
nada. Esto se lo debo a mi estado anímico. Últimamente me suele jugar malas
pasadas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Seguro que no es debido a mi comportamiento...? Te hice daño...<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Olvídalo.
Si he de serte sincera, esto me ocurre... –tragó saliva –. Me ocurre cada vez
que pienso en acostarme con desconocidos. Dudo si tendré fuerzas para
soportarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Las
tendrás. Sí, siempre y cuando te lo tomes como una transacción comercial.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Confío
en que Dios me ayude a superarlo. Rogaré para que así sea.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Dios...
No me llevo muy bien con Él, ¿sabes? Le he enviado tantas súplicas... Pero
nunca he recibido acuse de recibo por su parte. Desconozco si mis peticiones de
auxilio han sido interceptadas por Lucifer, o si es que el Divino pasa
olímpicamente de mis desdichas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Estás
muy dolida, querida. Te han infligido un gran daño, ¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Un
rictus de intenso dolor afeó el rostro de Marion.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Te encuentras bien, Marion...?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Me
encuentro perfectamente. Mejor que nunca –dijo con sequedad. Y orgullosa,
elevando la barbilla–: ¿Por qué razón habría de estar mal?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Si
necesitas descargar tus congojas... Aquí me tienes.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No,
gracias. Me resulta incómodo poner al descubierto mi intimidad –respondió con
acritud. Y al instante, mordiéndose los labios–: Quizá algún día... –dejó la
frase en el aire y se friccionó el cuero cabelludo, como si el masaje contribuyese
a ahuyentar los ingratos recuerdos. Poco después argumentó una excusa y se fue
del hotel.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Días
más tarde efectuaron el traslado. Marion se ocupó de insertar anuncios por
doquier. Y la llegada de clientes no se hizo esperar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><br /></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-21886668516371876662016-12-02T17:40:00.000-08:002018-02-16T10:05:08.506-08:00El estigma de Urd (cap. VIII)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Al día siguiente
comenzaron los preparativos del que no sólo sería su domicilio sino también la
sede de su actividad laboral.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Si
bien Marion contaba en su haber cinco años más que Frida, su grado de madurez
sobrepasaba al de ésta con creces. Organizadora nata se apresuró a diseñar un
programa de actividades que las mantendría ocupadas durante algún tiempo. De
tal suerte, destinó las mañanas a supervisar el trabajo de los decoradores. Las
tardes a aleccionar a Frida sobre aquello que le era imprescindible asimilar
para ejercer como meretriz. Sostenía que existían una serie de preceptos
aplicables a las cortesanas del amor (evitaba siempre utilizar la palabra “puta”,
por estimarla vulgar). Y obrando en consecuencia se encargó de proporcionarle literatura
encaminada a tal fin, de la que extraer información preciosa. Una extensa serie
de autores versados en erotismo pasaron a compartir la intimidad de la neófita.
En comparación con aquellos tratados erótico-pornográficos, la experiencia de
que disponía resultaba pobre en matices lascivos, de modo que cada palabra,
cada frase, cada verso equivalían a un manual a seguir.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No
tenía ni idea de que existiera tanta literatura sobre el arte de seducir
–manifestó una de aquellas tardes.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Ya…
Supongo. ¿Has reparado en que toda obra erótico-pornográfica se basa en teorías
estrictamente masculinas, y por ende estructuradas en beneficio del hombre? Me
enfurece pensar que hemos sido supeditadas al dominio del macho. ¿No consideras
denigrante que llevemos siempre las de perder? Hasta en la Biblia han tenido la
osadía de ponernos a la altura del betún. Así se explica que Eva fuese
considerada “paradigma de la ninfomanía”. Pero claro está, a ellos les ha
venido de perlas ya que amparándose en esa falacia han tenido la excusa
perfecta para rebajarnos hasta la saciedad, dando rienda suelta a sus instintos
más primitivos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Eres
terrible, Marion. No pierdes ocasión para detractar a los hombres.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Acaso es de extrañar…? Desde que el macho es macho no ha pensado otra cosa que
no fuese en dominar a las féminas que se le pongan por delante. Por cierto:
¿Sabes quién fue el primer machista datado como tal en la Noche de los Tiempos?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No
tengo ni idea.</span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Adán.</span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">— ¿Adán...? Bromeas, ¿no?<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">
</span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—En absoluto. ¿Me ves cara de estar bromeando?<o:p></o:p></span></span></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">
</span></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Instrúyeme pues.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">
</span></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Según crónicas arcaicas, mucho antes de conocer a la consabida Eva, el Adán en cuestión tomó por la fuerza a Lilith, la cual negándose a ser sometida se rebeló y huyó a la Región del Aire. Por lo cual el susodicho, temiendo se pusiera en tela de juicio su supremacía de macho, hizo correr el rumor de que la rebelde no era sino un súcubo que lo sedujera. Es por lo mismo que en la actualidad se la conoce como madre de gigantes y demonios. ¡Pobre Lilith…! A mi entender era más celeste que terrena, por lo que cabe suponer abominaba el sexo forzado. De ahí se explica que huyera a la región en que prima el idealismo.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Curiosa historia. Aunque albergo la impresión de que la has amañado a conveniencia –dijo Frida, lanzando una carcajada–. ¡Me estás resultando una feminista radical, Marion!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Te equivocas. Me resbala el movimiento feminista –afirmó encendiendo un cigarrillo–. Es una cruzada que nunca alcanzará el éxito, puesto que la mujer es la peor enemiga de la mujer. ¿Por qué crees si no que los hombres viven tan relajados? Son sabedores de que jamás dejará de haber mujeres machistas, y que gracias a ellas la batalla feminista perdida está de antemano. En fin… Allá cada cual con sus problemas –dijo encogiéndose de hombros, y aplastando el cigarrillo en el cenicero–: Sigamos con el tema que nos ocupa. ¿Por dónde íbamos…? ¡Ah, sí..! Lo habíamos dejado en la literatura erótica. Para serte sincera creo que no es la teoría la que debe preocuparte, sino la práctica.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Sí, supongo que eso se me hará más peliagudo. ¿Has ejercido alguna vez de…? –interrumpió la frase, buscando el sinónimo que evitara herir la sensibilidad de su amiga.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">— ¿Mujer pública? –respondió Marion, redondeando la pregunta inconclusa–. No. Pero puedo jurarte que saldré airosa de la prueba. A fuerza de beber en manantial enlodado, de tener el orgullo maltrecho y la autoestima perdida he adquirido experiencia. Para librar lid con el diablo es menester convertirse en diablo –afirmó rotunda, y Frida se abstuvo de preguntarle el porqué de la aseveración.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Marion se quedó absorta, la mirada perdida en un punto imaginario. De pronto, dando rienda suelta a un impulso clavó las uñas en los hombros de Frida, y comenzó a zarandearla.<br /><br />Continuará...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"></span><br /></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
</span><div style="text-align: justify;">
</div>
<br />
</span><div style="text-align: justify;">
</div>
<br />
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"></span><br /></div>
<o:p></o:p></span><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
</span><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><br /></span> </div>
</span><div style="text-align: justify;">
</div>
</span><div style="text-align: justify;">
</div>
</span><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
</span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-size: small;"></span><o:p></o:p><br /><span style="font-size: small;"></span><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: small;">
</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
</span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<o:p></o:p> </span><br />
<span style="font-size: small;"></span><o:p></o:p></span><br />
<br />
<o:p></o:p></span><br />
<br />
<br />
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-24134500590908915312016-11-04T11:42:00.000-07:002018-02-16T10:04:21.287-08:00El estigma de Urd (cap. VII)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Oscurecía cuando Marion regresó al
hotel.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">— ¡Oh, cielos...! –exclamó al ver
el rostro desencajado de Frida–<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Te
encuentras bien? ¿Has almorzado? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–la
joven negó con un gesto– Te pediré algo de comer. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mientras, te levantas y te das una ducha, ¿sí?
–propuso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><span style="font-size: large;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Minutos más tarde Frida
mordisqueaba con desgana un sandwich.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">—Hazte un favor
a ti misma y recobra el ánimo, ¿quieres? <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Lo intentaré,
Marion. Gracias por ser tan bondadosa conmigo –agradeció con voz ronca.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—De bondadosa
nada, querida, sólo estoy protegiendo mi inversión. Soy como la bruja del
cuento: te alimento con vistas a alimentarme. De continuar sin ingerir bocado
se te verá tan flaca como un palillo. A los hombres les gustan llenitas,
¿sabes?<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—No podré
realizar el trabajo que me has propuesto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Sí podrás,
nenita. Verás que sí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—No. Me conozco
y sé que no soportaré intimar con hombre alguno por dinero. Sólo por amor me
entregaré a un hombre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Menuda
paparrucha. ¿Por qué será que “amor” me suena a sinónimo de supeditación...? –y
reanudando el tema–: Te aseguro que en cuanto te acostumbres no querrás
dedicarte a otro oficio. Es cómodo y se gana cantidad de dinero.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—El dinero no lo
es todo en la vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Es posible, pero
ayuda a sobrellevar esta penosa existencia. Convendrás conmigo en que pobreza y
lágrimas son malas consejeras para la salud ¿no? Te sugiero sitúes los pies
sobre la tierra, amiga mía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
— ¡Uf...! El
simple hecho de pensar en prostituirme me provoca náuseas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Ya... Comprendo...
A mí también me asqueaba... Al principio... Hoy por hoy... –y entornando los
párpados, audible apenas la voz– Soy una digna obra de las circunstancias. –aseguró
ensimismada, y acto seguido añadió–: En realidad, querida, ¿acaso importa un
hombre u otro? Todos son iguales. Lo único que buscan es satisfacer sus libidinosos
apetitos. Sexo, sexo, sexo...<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y más que
sexo, a poder ser.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Disiento.
No todos los hombres son iguales, así como tampoco lo somos las mujeres.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Todos son despreciables,
misóginos si me apuras. No veas hasta qué punto envidian nuestra cualidad
femenina.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
— ¿Por qué
habrían de sentir envidia si gozan de privilegios que las mujeres difícilmente
llegaremos a obtener?<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Porque les
mueve el deseo inconsciente de arrebatarnos lo que la Naturaleza les ha negado:
Preñarse y experimentar el milagro de la maternidad. Por eso y por más detalles
que me reservo los estimo corrompidos –y conteniendo la rabia que afloraba a sus
labios–: Se merecen ser humillados hasta lo indecible. Haremos que se arrastren
a nuestros pies.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Yo paso de
degradarme como persona, Marion. Lo siento.<o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Es tu decisión,
la cual respeto. Pero date un margen de tiempo para pensarlo. Sólo has de
asumir que el amor carnal bajo ningún concepto es amor tal como tú lo entiendes
sino un negocio en venta, que siempre es susceptible de venderse al mejor
postor. En fin, ¿Qué te parece si lo dejamos pendiente de solución y nos vamos
de farándula? ¿Te seduce la idea de ponerte guapa y salir a conquistar la
ciudad...? ¡La noche es joven! Comenzaremos por regalarnos un espléndida cena,
y luego ¡quién sabe!, tal vez nos
vayamos a bailar.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—No puedo
permitirme ese gasto, Marion. Lo sabes.<o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Invita la casa,
así que no te preocupes. Me ducho y paso a recogerte, ¿de acuerdo?<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—No tengo deseo
alguno de salir.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Pues no pienso
dejarte aquí sola, de modo que procura hacer un esfuerzo. Reservaré mesa en un
restaurante elegante, por lo que estarás obligada a lucir de lo más chic.
Tómate todo el tiempo que necesites para acicalarte, pero sin demorarte en
exceso. ¡Y alegra esa cara tan divina que tienes! Hasta dentro de un rato, pues
–prometió, cerrando tras de sí la puerta. Sus pasos resonando en el pasillo
fueron fiel exponente de la seguridad que se desprendía de toda su persona.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
Frida se quedó
pensando que para ella la noche en absoluto significaba diversión, sino el desencadenamiento
de un sinnúmero de temores. Necesitaba relajarse y pensar en la propuesta de
Marion. Se dirigió al baño y se miró al espejo: estaba echa un asco. Echó unas
sales en la bañera, la llenó de agua hasta el borde y se dejó mimar por las
cálidas burbujas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Qué hacer de no
decidirse por la proposición de Marion? Únicamente le quedaban dos vías a
seguir: regresar al domicilio conyugal y afrontar con entereza los
inconvenientes que le fuesen surgiendo, o dedicarse a mendigar. En el supuesto
de optar por el regreso, ¿cuántos reproches tendría que soportar a lo largo del
día? Entre el esposo y ella siempre habría un antes y un después y nunca la
relación volvería a ser normal, si es que “normal” resultaba la palabra
adecuada para definir el distanciamiento que desde tiempo ha se instalara entre
ambos. Él siempre la miraría receloso, puesto que con toda probabilidad algún
alma “caritativa” se habría molestado en convencerlo de la infidelidad de su
esposa. Incluso su propia madre debía albergar dudas al respecto, si no, a
santo de qué le había preguntado: “¿Estás sola, o...?” Decididamente, jamás
retornaría al que fuese su hogar. Pero claro está, descartado el retorno sólo
le quedaba mendigar o ejercer la prostitución. ¿Le había merecido la pena
arrostrar numerosas penalidades para al final caer tan bajo? La vida la estaba
golpeando sin piedad.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">T</span><span style="font-size: large;">ranscurrida una
hora, Marion apareció radiante. El tono crudo de su vestido armonizaba a la
perfección con su cabellera pelirroja y el color presado –verde como trigo
inmaduro– de sus ojos. Era una belleza, aunque a decir verdad era más resultona
que bella: estatura media, figura estilizada, mentón redondo, labios carnosos,
nariz respingona...<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero es posible que
su mayor encanto residiera en las pecas que diseminadas por sus pómulos le
conferían un aire de deliciosa malicia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">— ¡Se te ve
bellísima, Frida! ¡Pareces una princesita de cuento! –exclamó admirada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
— ¡Gracias! Tú
también estás muy bella.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
— ¡Muchas
gracias! Te aseguro que hago lo imposible por resaltar mis encantos. Que sepas
que recién levantada de la cama soy una birria – y ante el gesto incrédulo de
Frida–: ¿No te lo crees...? Te convencerás de ello cuando vivamos juntas. Bien,
¿a qué esperamos para irnos a cenar?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Frida se sorprendió de lo bien que se lo
estaba pasando en compañía de Marion: conversadora brillante, no había tema que
se le resistiera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">— ¿Has pensado
en lo que hemos hablado? –preguntó llegada la sobremesa, y ante la afirmación
de Frida –. ¿Qué has decidido hacer?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">—Estoy dudosa.
De aceptar tu propuesta, no te garantizo que pueda llevar a la práctica... Ya
sabes.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—No importa. Se
anula el contrato y tan amigas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—En ese caso,
cuenta conmigo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—¡Bien! <o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Es alucinante: En
momento alguno se me había pasado por la imaginación prostituirme. Yo, que
soñaba realizarme como persona, gozando de absoluta libertad...<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
—Un sueño
utópico, diría yo. ¿No ves que los fantasmas que pueblan nuestro cerebro nos
coartan la libertad? Entes dicotómicos, nos encarcelan de por vida. ¿Pensaste que
por el hecho de abandonar a tus congéneres gozarías de libertad? –y sonriendo
con escepticismo sentenció–: Da lo mismo adónde decidas huir, pues en lo profundo
del ser seguirás siendo prisionera de tu pasado. ¿Alguna vez has oído hablar de
Urd? –y ante la negación de Frida–: En la mitología escandinava, la deidad Urd
simboliza el pasado, lo cual me lleva a suponer que a los humanos nos ha sido
impuesto vivir bajo su yugo estigmatizador. No pocas veces me he preguntado si
en verdad el fratricida Caín fue estigmatizado por Dios, o le tocó vérselas con
las malévolas artes de Urd.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
— ¡Eres tremenda,
Marion! –aplaudió Frida, riendo la ocurrencia–. En fin, tal vez la libertad no
sea sino una utopía. Pero aun a sabiendas del riesgo que implica, estoy
dispuesta a no cejar en el empeño de ser libre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
—Haces bien.
Después de todo, de los cobardes no se hizo la historia –y escrutando el
juvenil rostro –: ¿Me perdonarás si te digo que tu perfil no se ajusta al de
una mujer independiente? No te imagino yendo sola por la vida. Se te ve tan
frágil...<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–y restando importancia a sus
palabras–: ¡Bah, no me hagas ni puñetero caso! –</span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Marion continúo parloteando
acerca del negocio, de lo que había proyectado para hacerlo rentable.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span><span style="font-size: large;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Frida la escuchaba
hablar, en silencio, preguntándose si tendría estómago para prostituirse.
Reprimió un sollozo: le sabía mal aguarle la fiesta a Marion. Su corazón
aminoró los latidos y sintió que le flaqueaban las fuerzas, como si la vida se
le escapara hecha jirones.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-32991907698996319682016-09-15T10:53:00.002-07:002023-06-07T01:33:22.430-07:00El estigma de Urd (cap. VI)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Frida no
reaccionó hasta pasados unos minutos. Luego, enderezando el talle con extrema
lentitud situó los pies sobre el enlosado.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Podrías darme fuego, por favor? –preguntó una vez más la desconocida. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Temblando
como una azogada, Frida le pasó el mechero.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Gracias,
me acabas de salvar la vida. Me alegro de conocerte –y extendiendo la mano–:
Soy Marion.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Frida.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Hermoso nombre.
¿Hace cuánto te hospedas en el hotel?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Desde hace
poco –respondió lacónica.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—
¿Te apetece un cigarrillo? –y tendiéndole la pitillera–: ¿Sabes?, me es grato
fumar en compañía. ¿Te importaría si me paso por tus dominios un momento?
–preguntó. Frida consintió con un gesto, y segundos después Marion irrumpía en
la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Me
he permitido traer un quitapenas –dijo, señalando una botella de ron.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No, gracias. Me
asquean las bebidas alcohólicas.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Sólo un sorbito
–insistió–. Verás qué bien te sienta. Estás muy pálida, ¿sabes? Das en azul, nenita,
y es un color que en absoluto te favorece.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Frida se tomó un
par de tragos, y en su rostro se marcó un rictus de repulsión. Instantes después
una estúpida sonrisa afloraba a sus labios. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">— ¿Lo ves…?
¿Verdad que te sientes feliz? Pues imagínate cómo te sentirás cuando hayamos
apurado el contenido de la botella. Tengo una idea: ¿Qué tal si te acuestas? De
ese modo, cuando sucumbas a los efectos de la bebida me ahorrarás el esfuerzo
de tener que acostarte. ¡Hala! ¡A la cama se ha dicho! –ordenó, y Frida se dejó
conducir con docilidad. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Despuntado el
amanecer ambas presentaban un estado deplorable. Marion, que se había pasado la
noche tirada en un sillón, daba vueltas por el dormitorio, sosteniendo la cabeza
entre las manos: una insufrible jaqueca le martirizaba las sienes. Desmadejada
y ojerosa Frida permanecía acostada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">— ¡Qué bárbaro! ¡Tal
me parece tener una jaula de grillos en la cabeza! –se lamentó Marion – ¡Hacía
tiempo que no pillaba un “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">pedo</i>” tan
monumental! Tú, ¿cómo estás? Está claro que no muy bien. ¡Pobrecilla! ¿Podrás
perdonarme por inducirte a beber…?<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Lo cierto es
que me encuentro fatal. Pero en absoluto tienes la culpa. Soy mayorcita para
asumir culpabilidades, ¿no crees?<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Sí, por
supuesto –afirmó Marion, al tiempo que encendía un cigarrillo. Y mostrándole la
cajetilla de tabaco–: ¿Quieres…? –ante el gesto afirmativo de Frida le pasó el
cigarrillo que acababa de encender. Encendió otro para ella y atusando los
rizos que le invadían la frente se acomodó a los pies de la cama. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Un tenso
silencio se estableció entre ambas. Permanecieron silenciosas hasta que Marion,
revolviéndose inquieta, manifestó.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No es que sea
mi intención inmiscuirme en tus asuntos. No obstante… ¡Uf! ¡No veas el susto
que me llevé anoche!–exclamó, y estremeciéndose–. ¡Qué fuerte! ¡No sabía cómo hacerte
desistir de…! Reconozco que la vida se nos hace dificultosa a veces. Pero, ¿y
la muerte...? Nadie ha regresado para dar cuenta de lo que nos espera en el más
allá.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">— No veo la
solución a mis problemas, Marion –y estallando en sollozos–. ¡Estoy
desesperada!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Cálmate, nenita.
Si me cuentas qué te atormenta quizá entre las dos podamos solucionarlo –consoló,
abrazándola. Y espiando el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>rostro
lloroso–: ¿Ha sido algún cretino el que te ha conducido a este estado? Si es
así, no te merece. Olvídate de su existencia.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No, no... En
realidad yo me he buscado esta situación. He abandonado a mi esposo... –y como
si hablara consigo misma añadió–: Se me hacía tan asfixiante la convivencia...<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cada minuto que pasaba en su compañía me
suponía un terrible sacrificio. Era... como morir un poco cada vez –y enjugando
las lágrimas–: Sin embargo... lo añoro cada día.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Tiendes a
idealizar vivencias pasadas, eso es todo. El recuerdo es pérfido, Frida. No te
atormentes –aconsejó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¿Cómo
no atormentarme...? ¿Sabes?, me urge encontrar trabajo, pero no hay manera de
encontrarlo.</span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><span style="font-family: "segoe ui symbol" , "sans-serif"; font-size: 14pt;">—</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">
¿Has probado suerte en el centro comercial?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—He probado
suerte en todos los sitios habidos y por haber.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Yo sé de un
empleo. Aunque... quizá no te interese.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Te aseguro que
no le haré ascos, por muy esforzado que me resulte.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Te comento,
entonces: Estoy en vías de montar un negocio y necesito formar sociedad con
alguien. Me pregunto si serás la persona que andaba buscando.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Te
lo agradezco, pero no soy la persona idónea. Mi cuenta bancaria está en números
rojos. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No necesitas
aportar capital ahora mismo. Te ofrezco la opción de irlo aportando a medida
que te vayas haciendo con ingresos. Considéralo un préstamo, que por supuesto
estará exento de intereses.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No sé qué
decir... Me he quedado sin palabras.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Por mí está
hecho. Ahora sólo depende de ti.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Estás logrando
que empiece a ver la luz al final del túnel. Mil gracias, Marion.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—No... No quiero
que veas en mí a tu hada madrina. Primero deja que te explique en qué consiste
el negocio.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Soy
toda oídos.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Verás...
–Marion carraspeó, luego encendió un cigarrillo y sin más preámbulos–: Se trata
de un piso de citas.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¡Dios
me ampare!<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¿Te
he asustado?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">No.
Sólo que no me imagino desempeñando semejante labor.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¡Ah!
¿No...? ¿Se puede saber cuántos años has estado casada, nenita?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Diez
–respondió Frida, desviando la mirada.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Si
bien un tanto indiscreta la pregunta: ¿Podrías decirme cuántas veces <em>lo has
hecho</em> con tu esposo a lo largo de esos diez años? ¿Cuántas, Frida...? ¿Has
perdido la cuenta? No hace falta que me respondas si no te apetece.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">No
es lo mismo. Aunque te resulte difícil creerlo, me casé enamorada.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¿Sí?
¿Cuánto te duró el enamoramiento? ¿Dos, tres años tal vez...?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">No
podría precisarlo con exactitud.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-list: Ignore;">—<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¿De
veras? Apostaría que no te duró mucho más. Seamos sinceras, por favor. Has
aguantado todo ese tiempo a tu marido no porque estuvieses enamorada sino por
pura cobardía. Corrígeme si me equivoco. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Se produjo un
embarazoso silencio.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">—Está bien...
Dejémoslo estar –concedió Marion, consciente de que había puesto el dedo en la
llaga–. Ahora debo dejarte. He quedado con el empleado de la inmobiliaria y si
me es factible hoy mismo daré por ultimados los trámites del alquiler del piso.
Entretanto te sugiero pienses con detenimiento en mi propuesta. No es tan
desagradable como te imaginas. Recuerda: poca o ninguna diferencia existe entre
la prostituta y la mujer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se entrega
al marido sin amarlo. Podría decirse que ambas se prostituyen. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Marion salió del
dormitorio con paso firme. Frida hundió la cabeza en la almohada y ahogó los
sollozos en ella.</span></div>
<br />
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span></div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-57310509991991548342016-08-25T12:35:00.000-07:002018-02-16T10:03:33.864-08:00El estigma de Urd (cap. V)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">En las
postrimerías de una desapacible tarde, Frida, derrotada y maltrecha, buscaba
acomodo en uno de los bancos del paseo marítimo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">El sol de
noviembre matizaba de ocre la ciudad. El nordeste soplaba iracundo, zarandeando
sin piedad las barquillas fondeadas en el embarcadero. A intervalos las sirenas
de los buques anclados en el puerto emitían lúgubres sonidos. El eco
transportaba una melodía de moda, proveniente de algún disco-bar. Enfrascada en
sus pensamientos, Frida permanecía ajena a todo cuanto no fuese su preocupación:
a no tardar se vería abocada a mendigar limosna. Unas lágrimas le velaron los
ojos, y si bien reacia a darles rienda suelta resbalaron por sus mejillas. Abatiendo
las pestañas encendió un cigarrillo y aspiró el humo con avidez. El roce de una
mano sobre su hombro motivó que abriera los ojos y elevara la mirada: una
señora entrada en años le ofrecía un ramito de florecillas silvestres: “Son
para usted, querida. Se la ve tan sola y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>triste… ¡Pobrecilla! Yo, por el contrario, en breves momentos estaré
disfrutando del baile…”, dijo, y sus palabras sonaban a excusa, como si por el
mero hecho de sentirse feliz se hiciese imperativo pedir disculpas a la
afligida joven. Luego de dedicarle una sonrisa cargada de ternura la señora se
fue en compañía de otras señoras que a escasa distancia la aguardaban. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Frida las vio
irse, sin que sintiera deseo alguno de irse a su vez.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Languidecido el
crepúsculo continuaba sentada en el banco de madera, manoseando distraída las
florecillas, la mirada perdida en el horizonte. Y allí permaneció estática,
viendo cómo la noche hacía su aparición y la luna destellaba sobre el mar. Cuando
al fin regresó al hotel se dio una ducha y tumbada ya sobre la cama siguió
pensando en la aterradora realidad: se veía abocada a la indigencia. Con tan nefasto
pensamiento se fue quedando dormida. Apenas transcurridos unos minutos se
despertó temblando: estaba aterida de frío y no obstante tenía la piel empapada
de sudor. Se hincó de rodillas sobre el lecho y estrechándose en un abrazo
protector comenzó a mecerse hacia atrás y hacia delante, con movimientos
acompasados al principio y desmesurados a medida que su cuerpo oscilaba con
exagerada rapidez.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Transcurrida una
hora continuaba meciéndose, a la par que emitía susurros ininteligibles. De
pronto sus febriles labios enmudecieron y cesando su desquiciado vaivén aguzó
el oído: no estaba sola. En el dormitorio se intuía la presencia de un ser
intangible y la energía que irradiaba era beneficiosa. Sí, lo era. Una débil
sonrisa afloró en sus resecos labios. Esperanzada encendió una lamparilla, pero
la luz propició que se rompiera el sortilegio y la supuesta presencia perdiera
conexión con los sentidos extrasensoriales. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">¿Qué había ocurrido?
¿Había sido víctima de una alucinación? Sin duda estaba a punto de
desquiciarse. Comenzó a sentir que le faltaba el oxígeno y saltando del lecho
con paso felino se deslizó hacia el balcón. Respiró profundamente y la brisa
nocturna entró a raudales en sus pulmones. Se estaba bien allí: desde aquella
altura se divisaba al completo la ciudad. La débil claridad de las farolas
apenas si llegaba a perfilar las formas de los edificios. El océano aparentaba
no estar tan límpido como horas antes. El firmamento se había tornado tenebroso
y la oscuridad confería propiedades lodosas a las aguas. La ciudad dormía y las
pasiones, dándose una tregua hasta el amanecer, se conciliaban con el silencio.
Siguió con la mirada la denodada lucha de una constelación que pugnaba por
abrirse paso entre los nubarrones. ¡Oh, el Universo...! ¡Cuán grandioso y
espectacular! ¡Qué bello habitar en un mundo poblado de estrellas! En cierta
ocasión había leído algo respecto a la similitud de los seres humanos con los
astros. El autor del ensayo sostenía que no somos sino pálidos reflejos del
mundo interestelar, símiles de supernovas que se extinguen apenas alcanzado el
máximo esplendor. Que trasladado el tiempo terrestre al tiempo intergaláctico
la vida humana se reduce a un brevísimo instante, a un pestañeo... a un quark.
¿Sería la muerte un pasaporte con que acceder al Infinito? ¿Una vez hubiese
fallecido habría allí arriba un espacio reservado para ella? Quiso imaginar que
lo habría, y se dijo: “¿Por qué no, entonces...?”<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">La mirada de
Frida se perdió en el vacío.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"> La negrura del
asfalto actuaba sobre ella con perniciosa atracción. Se inclinó sobre la
baranda, hasta casi rozar con las yemas de los dedos la enrejada base: unos
dieciocho metros la separaban de la liberación. “¡Vamos... A qué esperas! ¡No
seas cobarde!”, exclamó una luciferina voz en el interior de su cabeza. Se
inclinó un poco más: sus pies descalzos dejaron de sentir la frialdad de las
baldosas. El aire otoñal le agitó la melena y se dijo que en cuestión de segundos
todo habría terminado. La imagen del padre se le vino a la mente y le pareció
verlo esbozar una sonrisa de agrado, como si aprobase lo que la hija se
disponía a realizar. “Papá querido, por fin, después de tantos años, se me
ofrece la oportunidad de estar a tu vera. Te suplico vengas a mi encuentro y me
guíes hacia la luz”, suplicó, persignándose.</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Justo en el
instante en que Frida se disponía a saltar al vacío, una voz proveniente del
balcón contiguo preguntó:</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">— ¿Tendrás
fuego, por casualidad? Perdona la molestia, pero tengo un “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">mono</i>” de tabaco que no veas y no sé dónde he dejado el mechero... ¡Soy
un verdadero desastre!<br /></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 14pt;">© María José Rubiera Álvarez</span></span></div>
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><br /></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">
</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-8023636015285396492016-08-11T15:58:00.001-07:002018-02-16T09:55:32.397-08:00El estigma de Urd (cap. IV)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Al filo de la amanecida, el convoy
recalaba en la metrópoli costeña.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Los viajeros, arremolinados ya en la
plataforma, se apearon del tren. Frida fue la última en apearse y tomar
contacto con el exterior. Un escalofrío recorrió su espina dorsal: la mañana se
presentaba gélida. El aire<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>azotaba el
ramaje de los árboles. El frío, inusual para aquella época del año, le traspasaba
la vestimenta. Vio que el tren era engullido por la lejanía y sintió deseos de
llorar. De un manotazo se secó los furtivos lagrimones que afloraron en sus
pestañas. “Nada de lloros. Lo hecho, hecho está y es irreversible. Es hora de
despedirse del pasado y darle la bienvenida al futuro”, se dijo. Resolvió tomar
un taxi que la condujera al hotel más próximo. La recepcionista le recomendó
una suite en la séptima planta y ella asintió con la cabeza. Una vez se hubo
instalado, se dio una ducha. Luego se tumbó sobre el lecho y se arropó con el
edredón: estaba aterida. Horas más tarde se enfundó un vestido y se fue directa
a la cafetería. Ingirió un fortísimo café y se fumó un par de cigarrillos. Recobrado
ya el estímulo, se sintió con fuerzas para abordar la populosa urbe. Salió a la
calle y se sumó a la vorágine humana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">A partir de ese primer encuentro con la
ciudad, Frida dedicó las mañanas a pasearse y frecuentar tiendas, en las que dejaba
parte de su exiguo capital: compraba de forma compulsiva, actuando no como
quien está al borde de la ruina sino cual turista acaudalada. Las tardes se las
pasaba tirada en el lecho, sin otra aspiración que dejar la mente en blanco y
gozar de la morbosa placidez de ver extinguirse las horas. Algunas veces se
permitía recordarse que la estancia en el hotel le generaba un gasto al que en
modo alguno podía hacer frente. Sin embargo no hizo amago de buscarse
otro alojamiento, más en acorde con su esquilmado bolsillo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Al cabo de un par
de semanas tomó conciencia de que le urgía encontrar trabajo. Aunque lo tenía
difícil: su progenitora la había educado para ser esposa, madre y por encima de
todo señora mantenida. Careciendo de titulación que la acreditara cualificada
para desempeñar una labor meritoria, sólo le quedaba la alternativa de emplearse
como doméstica.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">En vano peregrinó de casa en casa. Sus
pretensiones de empleada de hogar se trocaron en frustraciones. De cuando en
cuando su empeño en encontrar empleo se veía recompensado con promesas
alentadoras, tras las que claramente subyacían proposiciones deshonestas:
estaba dotada de una carga erótica que la hacía ser constante objeto de deseo.
Poseía la sibilina cualidad de despertar ese instinto de cazador, inherente a
todo macho, debido al cual la presa –"<em>ser inferior"</em>– se presta a ser abatida,
disecada y colgada como trofeo, o bien domesticada y utilizada para goce
personal.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p>Continuará...</o:p></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><span style="font-family: inherit;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
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</div>
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</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-91401135867814559772016-08-11T15:58:00.000-07:002018-02-16T09:55:04.421-08:00El estigma de Urd (cap. IV)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Al filo de la amanecida, el convoy
recalaba en la metrópoli costeña.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Los viajeros, arremolinados ya en la
plataforma, se apearon del tren. Frida fue la última en apearse y tomar
contacto con el exterior. Un escalofrío recorrió su espina dorsal: la mañana se
presentaba gélida. El aire<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>azotaba el
ramaje de los árboles. El frío, inusual para aquella época del año, le traspasaba
la vestimenta. Vio que el tren era engullido por la lejanía y sintió deseos de
llorar. De un manotazo se secó los furtivos lagrimones que afloraron en sus
pestañas. “Nada de lloros. Lo hecho, hecho está y es irreversible. Es hora de
despedirse del pasado y darle la bienvenida al futuro”, se dijo. Resolvió tomar
un taxi que la condujera al hotel más próximo. La recepcionista le recomendó
una suite en la séptima planta y ella asintió con la cabeza. Una vez se hubo
instalado, se dio una ducha. Luego se tumbó sobre el lecho y se arropó con el
edredón: estaba aterida. Horas más tarde se enfundó un vestido y se fue directa
a la cafetería. Ingirió un fortísimo café y se fumó un par de cigarrillos. Recobrado
ya el estímulo, se sintió con fuerzas para abordar la populosa urbe. Salió a la
calle y se sumó a la vorágine humana.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">A partir de ese primer encuentro con la
ciudad, Frida dedicó las mañanas a pasearse y frecuentar tiendas, en las que dejaba
parte de su exiguo capital: compraba de forma compulsiva, actuando no como
quien está al borde de la ruina sino cual turista acaudalada. Las tardes se las
pasaba tirada en el lecho, sin otra aspiración que dejar la mente en blanco y
gozar de la morbosa placidez de ver extinguirse las horas. Algunas veces se
permitía recordarse que la estancia en el hotel le generaba un gasto al que en
modo alguno podía hacer frente. Sin embargo no hizo amago de buscarse
otro alojamiento, más en acorde con su esquilmado bolsillo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">Al cabo de un par
de semanas tomó conciencia de que le urgía encontrar trabajo. Aunque lo tenía
difícil: su progenitora la había educado para ser esposa, madre y por encima de
todo señora mantenida. Careciendo de titulación que la acreditara cualificada
para desempeñar una labor meritoria, sólo le quedaba la alternativa de emplearse
como doméstica.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;">En vano peregrinó de casa en casa. Sus
pretensiones de empleada de hogar se trocaron en frustraciones. De cuando en
cuando su empeño en encontrar empleo se veía recompensado con promesas
alentadoras, tras las que claramente subyacían proposiciones deshonestas:
estaba dotada de una carga erótica que la hacía ser constante objeto de deseo.
Poseía la sibilina cualidad de despertar ese instinto de cazador, inherente a
todo macho, debido al cual la presa –"<em>ser inferior"</em>– se presta a ser abatida,
disecada y colgada como trofeo, o bien domesticada y utilizada para goce
personal.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p>Continuará...</o:p></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><span style="font-family: inherit;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-10411950720591711092016-08-05T04:30:00.001-07:002018-02-16T10:02:00.332-08:00El estigma de Urd (cap. III)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Frida irrumpió en el
concurrido compartimento.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Su
precipitada incursión en el mismo captó la atención de los numerosos pasajeros.
Pero una vez superado el instante de expectación, dejó de ser el centro de
todas las miradas. Avanzó por el pasillo. Ocupó una de las escasas plazas que
aún quedaban por ocupar y respiró aliviada: se sentía a salvo. Corría el riesgo
de que en breve apareciese el revisor y la invitara a irse del compartimento,
que en absoluto se correspondía con el indicado en su billete, pero se dijo que
en caso de darse esa circunstancia se iría trasladando de compartimento en
compartimento o en última estancia se apearía del tren: todo antes que volverse
a encontrar a solas con el desconocido. Pegó el rostro al cristal de la
ventanilla y escudriñó el tenebroso exterior: ya era noche cerrada. La lluvia,
expresada al principio con timidez, se precipitaba ahora torrencial e impactaba
sobre la metálica techumbre, azotándola sin piedad. El convoy continuaba
impertérrito su recorrido, como si albergara la absoluta certeza de que en nada
podría el temporal agredir su férrea <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>envergadura. Se estremeció y retirando el
rostro de la ventanilla corrió la cortinilla de loneta beige: le aterraban las
tormentas. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Y
no sólo las tormentas sino también la nocturna oscuridad.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Apenas
si había abandonado la niñez cuando por vez primera había sido asaltada por
aquella indefinible sensación, la cual le hacía sentir como si cada átomo que
conformaba su delicada anatomía se manifestara de forma individual y le gritase
cuán ínfima era. Nunca había podido encontrar argumento razonable que explicara
tan irreverente temor. “¿Será porque la noche representa el resurgir del
pensamiento transgresor, que al amparo de la oscuridad no teme ponerse de
manifiesto…?”, pensó. De súbito, asaltándola por sorpresa, se proyectó en su
mente la imagen del desconocido. Hubo de admitir que el hombre para nada se
ajustaba al perfil del violador. Sin duda sólo era un donjuán que gustaba de
enredarse en devaneos amorosos. De albergar otra oscura intención no la habría
dejado irse por las buenas, no sin antes haberle infligido alguna bajeza.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Se
reprochó sus infundados temores. Se vio actuando cual ñoña pusilánime, y las
mejillas se le tiñeron de rubor. Aunque lo cierto es que nunca se le había dado
oportunidad de librar lid con las incidencias mundanas: los suyos le habían
solventado esa dificultad. Al parecer no estaban seguros de que ella pudiera
salir airosa del enfrentamiento con esa escollera denominada existencia, donde
los avatares se suceden sin darse respiro y las posibilidades de triunfar son
limitadas, haciéndose imprescindible jugárselo todo a una sola moneda. Cara o
cruz, anverso o reverso, blanco o negro: así de tajante es la vida. Y no era
tan ingenua como para engañarse al respecto. Pero estaba dispuesta a no dejarse
acobardar y demostrarse <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que saldría
adelante sin ayuda. Aunque la plena libertad le acarrease quebraderos de cabeza,
ella, como cualquier individuo que se precie de ser persona, debía concederse
la oportunidad de ser libre para evaluar si la libertad absoluta no sólo
reporta inconvenientes sino que también goza de ventajas.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">P</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">ensó
de nuevo en el desconocido. ¿Qué impresión le habría causado su timorato
proceder? Debía de estar tan habituado a que las mujeres se rindieran ante sus
encantos... ¡Qué apuesto y viril el muy canalla! De él emanaba un gran poder de
seducción. Todo en él era puro magnetismo animal. ¡Qué grato dejarse seducir
por semejante espécimen! “¡Pero ¿qué diantres me ocurre?! ¿Por qué razón tolero
que ese individuo se cuele en mis pensamientos? ¡Un buen comienzo para tu pretendida
libertad e independencia!”, se regañó. Agitó con fuerza la cabeza, como si el
gesto le ayudara a diluir en los confines del olvido la seductora imagen del
hombre. Los rubios cabellos se le desprendieron del moño, sujeto apenas por un
par de horquillas, y se le desparramaron por el rostro aniñado. De pronto tomó
conciencia de que no estaba sola en el compartimento. Temió que su incontrolado
impulso fuese interpretado por los pasajeros como signo de desvarío. Echó un
vistazo a su alrededor: la indiferencia era la tónica dominante; algunos
viajeros dormitaban, otros se entretenían hojeando ciertas revistas de
actualidad. Se dispuso a centrar su atención en la lectura de un libro, pero
los caracteres bailaron ante sus somnolientos ojos. Abandonando la idea de leer
se dejó acunar por el traqueteo del convoy que fiel a su cometido, ajeno a los
conflictos que se fraguaban en la mente de los viajeros, continuaba su
vertiginosa carrera.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Se
sumió en un duermevela. En su agitado ensueño escenas premonitorias,
anticipándose al futuro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">© María José Rubiera Álvarez</span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-25573451050630880132016-07-25T12:09:00.000-07:002018-02-16T09:53:43.256-08:00El estigma de Urd (cap. II)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: inherit;">
Los recuerdos se agolpaban en la
mente de Frida.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Había llegado al límite. </span><span style="font-family: inherit;">Libertad de elección o
supeditación al deber: he aquí el dilema que se había prometido resolver sin
más dilación. “He de hablar contigo”, le dice al cónyuge. Él asiente con la
cabeza. Se dirigen a la sala de estar y toman asiento. Después de un forzado
preámbulo declara que ha dejado de amarlo como mujer y le es imposible seguir
fingiendo lo contrario. Él absorbe cada una de las declaraciones que a
borbotones salen de la boca femenina. Los músculos de su cara permanecen
inalterables: sólo la lividez del rostro denota la conmoción que le causan las
palabras emitidas por aquella en la que ha volcado todas sus ilusiones.
Imperceptiblemente se va encogiendo sobre sí mismo, como si de repente una
fuerza desconocida actuara sobre su masa, impeliéndolo a menguarse. Permanece
en silencio, aun después de que ella haya dejado de hablar. Luego,
incorporándose con dificultad, como si sobre sus hombros pendiera onerosa
carga, gira sobre sus talones, se dirige a la puerta de entrada y dando un
portazo se va del domicilio conyugal. Permanece ausente unos días. A su
regreso, nada parece haber cambiado: su actitud para con ella en absoluto
difiere de la acostumbrada. Pero ella sabe que algo se ha roto para siempre y a
no tardar él le hará pagar el golpe asestado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Como temiera en su momento, la
sinceridad de la que hiciera gala no hizo sino empeorar la relación. Las
disputas se suceden con insoportable frecuencia. La vida en común acaba por
convertirse en una batalla campal, donde cada adversario pierde un poco de sí
mismo cada vez. Ella se pregunta hasta cuándo y cuánto está dispuesta a
soportar. Considera que tiene derecho a rehacer su vida como mejor le plazca, y
manifiesta su deseo de pedir la separación. Él, prorrumpiendo en sarcástica
carcajada, no sólo se niega a concederle la libertad sino que de llevar a
efecto la separación amenaza con hacerle la vida imposible...<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">— ¿Soy el protagonista de sus
sueños...? –preguntó burlón el viajero.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">— ¿Perdón...?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Es usted un insolente! –replicó Frida. Se le
había acercado, y esgrimiendo una sonrisa seductora la examinaba desde su
altura.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Era un hombre apuesto: alto,
estilizado; cabello negro, tez morena, rostro anguloso, boca sensual, nariz
aquilina, ojos azabachados... </span><span style="font-family: inherit;">Durante décimas de segundo las
pupilas femeninas se quedaron atrapadas en las pupilas masculinas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">—Aún no me he presentado –afirmó
risueño.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">—Ahórrese la molestia. Buenas
tardes.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">—Reconozco mi brusquedad. ¿Querrá
perdonarme, señorita...? –preguntó. Sin esperar respuesta se instaló en la
plaza contigua. Su pierna rozó intencionadamente la pierna de la joven: en sus
labios se dibujaron pasiones inconfesables.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Apretujada contra la ventanilla
Frida se preguntaba qué intenciones albergaba aquel fulano. “¿Será un
pervertido?”, se decía. Fingió enfrascarse en la contemplación del paisaje, al
tiempo que urdía el modo de zafarse del posible violador. Por espacio de media
hora, que a la joven se le hizo eternidad, siguieron uno al lado del otro. Ella
expectante, el pulso desbocado, la respiración entrecortada, sudorosas las
manos. Él exhibiendo una sarcástica sonrisa, saboreando la dulce venganza: la
llevaba planeando desde que ella se fumara el segundo cigarrillo. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Un silencio tenso se fue
enseñoreando del ambiente.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">—Se avecina una noche infernal
–aseguró él, rompiendo el hielo. Y locuaz–: ¿Te dan miedo las tormentas?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">El inesperado tuteo tuvo la
facultad de actuar como resorte. Frida se puso en pie, evitando rozar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las rodillas masculinas. Y empuñando la
valija solicitó:<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">— ¿Me permite el paso, por favor? –y ante la
muda indiferencia del desconocido, con voz trémula–: ¡Por favor...! ¿Sería
usted tan amable...?<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">El hombre emitió una risita
sardónica, y retirando las largas piernas le permitió el paso. Frida sintió que
le flaqueaban las fuerzas. Pero el cuerpo erguido, altanera, enfiló el estrecho
pasillo hasta lograr acceder a la plataforma.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-family: inherit;">© María José Rubiera</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhNMA5Ah2bsNXOXQFQLRSFi8jsaK7jpwzvs6ttn6PDUjmvD_UzMCZtHdmEBAG_oov9m8YBEVBqMLlBNh1PSf6h4oewseO1IlxzUcJPB3nR0nsaFRkrQ7R_C4xt_XERvfKT54p7oef4sByO/s1600/El+estigma+de+Urd+%2528imagen%2529.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit;"></span></a><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: inherit;">
</span></div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-19076923051870857902016-07-17T16:09:00.000-07:002018-02-16T10:01:31.558-08:00El estigma de Urd (cap. I )<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Frida observaba el raudo
avance del convoy. Mantenía el rostro pegado a la ventanilla, presa de ese
hipnótico efecto en el cual árboles, postes telegráficos, columnas de alta
tensión… parecen adquirir cualidad animada y desplazarse en dirección inversa a
la del vehículo en que viajamos. El firmamento lucía lóbrego, preludiando la
tormenta que se avecinaba: en vano los rayos solares pugnaban por traspasar los
entresijos de las nubes. El estío había llegado a su fin. El otoño dejaba sentir
su melancolía.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Frida emitió un suspiro
y apartando la mirada del exterior examinó el compartimento. En sus labios se
marcó un mohín de fastidio. Hasta ese momento no había reparado en la
advertencia de “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">no smoking</i>”. ¿Cómo
pudo habérsele olvidado que ya no se<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>permitía fumar en los trenes?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo
cierto es que de un tiempo a esta parte parecía hallarse en la luna: se había
vuelto olvidadiza, distraída... Tanto, que ni siquiera recordaba cómo ni cuándo
había llegado a la estación, ni a qué hora, ni cómo había llegado a ocupar
aquel compartimento. Ella, fumadora empedernida, ¿podría privarse de fumar
durante horas? Su organismo clamaba por un cigarrillo y la prohibición, lejos
de hacerla desistir, estimulaba aún más su ansiedad. “Después de todo, de
decidirme a encender un cigarrillo no se originará un motín a bordo”, se dice,
observando al único viajero que se halla al otro extremo de donde ella se
encuentra. Enciende un cigarrillo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>da un
par de caladas y saborea el humo con fruición.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—¿Acaso no sabe leer, señorita?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Frida se sobresaltó: la
voz masculina sonaba a enojo. Confundida ante la inesperada admonición apagó el
cigarrillo y arguyó una disculpa:<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Si se refiere a la
prohibición de fumar, le pido disculpas –y mintiendo con descaro–. No me había
percatado de su presencia.<o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—El mero hecho de
disculparse no justifica su proceder. Por su culpa, desconsiderada señorita, me
pasaré el resto del día incómodo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–respondió malhumorado. Y estornudando repetidas veces se le oyó
mascullar un airado “¡maldita sea!”</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Créame... Lo lamento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—¡Esto rebasa el colmo del cinismo! ¡Es evidente que a usted le importa un bledo observar las reglas que hacen del civismo una virtud! –replicó cáustico el pasajero.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—No creo le asista derecho alguno a…</span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—¿Le parece insuficiente el derecho de usuario…?</span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—Ya le he pedido disculpas, con creces –afirmó Frida.</span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—¡Estúpida niñata…! ¡Váyase al infierno! –exclamó con acritud, sonándose la nariz con exagerado estruendo.</span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">—¡Pero… ¿Quién se ha creído que es?!</span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">El intercambio de denuestos estaba teniendo lugar sin que ninguno de los dos abandonasen sus respectivas plazas, aún más: el viajero ni se había dignado volver la cabeza en dirección a donde se hallaba Frida. Ella, retadora, sintiéndose incomodada y ofendida encendió otro cigarrillo. Esta vez el desconocido no manifestó su desagrado. Pasado un tiempo, Frida ignoró la presencia masculina, y abatiendo los párpados con indolencia se entregó a sus propios pensamientos. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Había abandonado su hogar. Sí, había huido, al igual que un prófugo de la justicia: a hurtadillas, subrepticiamente. Ahora se preguntaba cuál habría sido la reacción del marido al descubrir la inesperada ausencia de la esposa.</span><o:p></o:p></span><o:p></o:p></span><o:p></o:p></span><o:p></o:p></span><o:p></o:p></span><o:p></o:p></span></span></span></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">
</span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">
</span>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">© María José Rubiera Álvarez</span></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
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</span></div>
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<br />
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<br />
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</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-127018213409892234.post-91670217098367771292016-07-13T09:52:00.000-07:002018-02-16T10:01:07.989-08:00El estigma de Urd (Introducción)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
La estación era un hervidero de gente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Individuos de índole diversa ajetreábanse cuales afanadas hormigas. Entraban o salían del recinto, cargando engorroso equipaje. Aguardaban ante las ventanillas expendedoras de billetes. Adquirían la prensa o alguna otra lectura que lograse hacerles más ameno el viaje. Pero la mayor afluencia de tráfago humano se registraba en el andén: amartelados novios, soldados, monjas, comerciales, busconas, estudiantes, raterillos al acecho de víctimas distraídas que se dejaran aligerar la cartera se entrecruzaban, compartiendo la misma caótica locura. En suma, pululaba por el lugar todo un elenco de actores y actrices anónimos para el Mundo... Anónimos, salvo para el propio entorno donde acostumbraba desarrollarse su vida. Un elenco que sin ambages exponía su inquietud, su ansiedad, su pena o su contento.</div>
<div style="text-align: justify;">
Un agudo silbido asordó el aire. Se originó un estremecimiento, acompañado de un gemido, y el tren comenzó su andadura por la vía férrea.</div>
<div style="text-align: justify;">
El convoy deslizábase con gracia felina por los raíles, ejecutando acompasadas y rítmicas cadencias. <em>Adagio</em>, <em>andante</em>, <em>allegro</em>, <em>presto</em>, <em>vivace </em>fueron en continuo crescendo hasta culminar en <em>vivacísimo. </em>Y la mole, gloriosa, triunfante, desdeñosa e indiferente, ignorando a la muchedumbre se fue perdiendo en la distancia. Atrás habían quedado aquellos que bien por un motivo u otro aún permanecieran en el lugar: La pareja de avanzada edad que con ojos cansinos consultaba el horario de los trenes. La mujer que alejada del bullicio oteaba la lejanía, a la espera quizá de la inminente arribada de un tren. La señora entrada en carnes, que llorosa y compungida había despedido al soldadito ataviado con el veste de la milicia. Los pañuelos agitados por el festivo y ruidoso grupo, que minutos antes acompañara a unos recién casados, los cuales habían soportado con estoicismo el atosigamiento de las despedidas. Los recién desposados se mostraban sonrientes y serenos, pero un agudo observador hubiera podido apreciar en su furtivo intercambio de miradas el vehemente deseo de quedarse a solas y disfrutar de los preliminares que culminarían en el tálamo.</div>
<div style="text-align: center;">
<br />
© María José Rubiera Álvarez<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
</div>
</div>
María José Rubiera Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/16241812123135612921noreply@blogger.com0